Abrieron la tranquera: traen carne de cerdo hasta de Dinamarca
Por precio, la caída del consumo de alimentos no alcanza a los productos porcinos. Pero la importación subió más de 100% y lo sufren los productores locales. 250 familias dejaron la actividad este año
La venta de carne de cerdo tiene un comportamiento particular en la mesa de los argentinos 2016. Pese a que baja el consumo de productos esenciales como leche, arroz, fideos y cortes vacunos, la carne porcina gana lugar. Pero esta supuesta buena noticia tiene su lado B: crecieron las importaciones de Brasil, se sumó Dinamarca y apenas cuatro importadores ponen en jaque al sector sin que esto redunde en una baja de los precios al público.
Registrate para continuar leyendo y disfrutando de más contenidos de LETRA P.
Los productores nacionales trazan un panorama preocupante: hay 35.000 empleos en juego y, en lo que va del año, se importaron 7.000 toneladas más de esta carne, en especial, la bondiola de Brasil. Pero lo realmente peculiar es que entró a la cancha Dinamarca, un jugador desconocido en el mercado.
El país nórdico ingresó, según revelaron a Letra P fuentes del sector agrario bonaerense, de la mano de la cadena de supermercados La Anónima, propiedad de Federico Braun, el tío del secretario de Comercio de la Nación, Miguel Braun.
La apertura de las importaciones se convirtió, en las últimas semanas, en eje de fuertes cuestionamientos de la oposición y de sectores productivos a la administración Cambiemos. El jefe de Gabinete, Marcos Peña, soportó una catarata de criticas por este asunto durante la presentación de su último informe de gestión en la Cámara de Diputados. Y una dura controversia -en la que se invlucró personalmente el presidente Mauricio Macri, produjo el impulso, por parte del líder del Frente Renovador, Sergio Massa, a un proyecto de ley que frena la entrada de productos extranjeros por 120 días.
Según datos que publica la Asociación Argentina de Productores Porcinos (AAPP), las importaciones de agosto pasado crecieron y en un solo corte, la bondiola, se concentraron 700 toneladas provenientes de Brasil, lo que perjudica a toda la cadena de valor.
El consumo de carne de cerdo creció en lo que va del año un 16% y los precios, en promedio, un 18% (menos que el sustito directo, que es la carne vacuna). Pero los productores advierten sobre el alza de costos producto de la quita de retenciones, la inflación y los incrementos en el precio de la energía.
En los primeros ocho meses de este año, las importaciones crecieron más del 100%: pasaron de 6.000 a 13.000 toneladas de esta carne. Los productores aseguran que se puede abastecer el mercado interno con producción nacional y que la importación no sirvió para bajar precios sino para que cierren establecimientos pequeños.
Para Juan Uccelli, presidente de la AAPP, el mercado de cerdos tiene hoy lo que llaman la “Cajita no feliz”, porque “la gente tiene menos plata y los precios se frenaron. Además, sólo en agosto se importaron 1.900 toneladas de carne, de las cuales un 33% corresponde a bondiola. Esto perjudica el armado de los costos de lo que se vende en las carnicerías, que son productos frescos, muy distintos al congelado que viene de importación”.
El productor explicó que “la carne de cerdo es el único alimento de la canasta cuyo consumo aumentó en el año, alrededor de un 13,5%. Por eso nosotros pusimos 35.000 toneladas más a la venta, pero las importaciones nos perjudican, en especial a los productores más chicos”.
“En el Ministerio de Agricultura nos atendieron y nos escucharon”, admitió el dirigente y agregó: “Hablamos de controlar la importación para que el mercado no pierda producción nacional ni puestos de trabajo, porque en lo que va del año ya contamos 250 familias que tuvieron que dejar la actividad porque no pueden competir en costos con los importadores. Producir un kilo nos cuesta $20 y lo vendemos a $15. Por ahora, las cuentas no cierran y el que no tiene espalda no puede aguantarlo”.
En lo que va de 2016, los productores argentinos vendieron unas 470.000 toneladas en el mercado interno y proyectan para todo el año un incremento del consumo del 18% respecto a las 680.000 toneladas vendidas en 2015, según la AAPP.
Para el productor, es necesario que “se levante un poco el pie del acelerador sin que eso signifique un cierre de las importaciones”.
Productores de la provincia de Buenos Aires confirmaron a este medio que la actividad está en un momento delicado por los aumentos aplicados a las tarifas de la energía, lo que hizo que algunos establecimientos se hayan visto obligados a disminuir su producción, aunque otros directamente tuvieron que cerrar.
Pese a esto, desde la AAPP proyectan un incremento del consumo del 13,5%, con lo que se alcanzarían los 17 kilos por año por habitante.