“Este es un punto de partida para llegar a la pobreza cero, estamos normalizando”. La frase se la dijo el presidente de la Nación, Mauricio Macri, al ministro de Trabajo, Jorge Triaca, quien, a la vez, se la comunicó este martes a los jefes de la Unión Industrial Argentina (UIA) en un alto de la presentación del plan Productivo en la sede de esa entidad. Este miércoles, en la conferencia de prensa que brindó el mandatario, se reflejó esa misma posición. Luego de que el Indec midiera pobreza después de tres años de estadísticas por lo menos contaminadas, el Gobierno decidió jugar políticamente con el tema.
Luego del evento donde Jorge Todesca, jefe de la agencia de estadísticas, confirmó que uno de cada tres argentinos es pobre, Macri respondió preguntas de la prensa, ladeado por la ministra de Desarrollo Social, Carolina Stanley, la persona que a diario dialoga con sectores y representantes de personas en situación de calle. La mujer que sabe los números reales de la marginalidad, sobre todo en la Ciudad de Buenos Aires, donde también ocupó ese mismo cargo. El Presidente hizo eje en los años de desbarajuste en las cifras con el kirchnerismo y, sin eufemismos, mostró que, para el Ejecutivo, la sola publicación de los datos es una señal para dar vuelta la página. En primer lugar, aseguró que el eslogan de campaña Pobreza Cero es una meta de largo plazo, de más de cuatro años. Y luego resaltó una de las frases que mayores dudas generó: “Ahora que empiezan a verse los primeros resultados en términos de reforma del sinceramiento económico, surge el gran problema que acompañó a la Argentina". La referencia concreta era a la inseguridad, flagelo que preocupa sobremanera en la provincia de Buenos Aires.
Poco más que esas definiciones pudo dar y hasta gambeteó preguntas de fondo, como cuando un periodista lo inquirió respecto a si la mayoría del pueblo que lo votó lo había votado para esto. Balbuceó Macri que lo deseado era un cambio, que, según su visión, empezó a darse con el conocimiento de estadísticas confiables.
A decir verdad, la confiabilidad de los números es relativa, por varias razones. Por un lado, y si bien es cierto que existió vacío estadístico, los números del Indec son una medición parcial de 31 centros urbanos que contienen poco más de la mitad de la población. De hecho, para decir que uno de cada tres argentinos es pobre hay que extrapolar el 32,2% de pobreza a los que no están medidos. Así, el índice se asemeja bastante al de la Universidad Católica Argentina (UCA), un indicador que también es pasible de discusiones. Yendo a lo más concreto, incluso el distrito que Macri gobernó anteriormente tiene cifras de pobreza e indigencia bastante más elevadas que las del Indec.
La semana pasada, la Dirección General de Estadística y Censos de la Ciudad registró en el período abril - junio un ingreso mensual total promedio de las familias del distrito de $22.227, tras haberse incrementado 34,7% en comparación con similar período del año anterior. En ese lapso, el valor de la canasta básica total, que determina el umbral de pobreza, fue estimado por el organismo de estadísticas de la Capital Federal en $15.510. Esa misma canasta, para el Indec, fue de $12.489,37.
En síntesis, es imposible precisar justicia en las mediciones, no sólo porque hay metodologías incompletas en todos los entes, sino porque sólo estas mediciones relevan condiciones salariales y no socio económicas, como vivienda, acceso al agua y un largo etcétera.
Sin ir más lejos, según datos del grupo Proyecto 7, que trabaja socialmente con gente de la calle y que le envió estos informes a Stanley, hay 22.000 personas en situación de calle en el distrito que gobierna el PRO desde 2007. Son unas 150 mil en todo el país. Y en el primer semestre hubo 800 personas que por primera vez ingresaron al sistema de cobijo para indigentes de calle.
Por todas estas razones, los números, hoy, no indican el principio de un sinceramiento, sino la complejización de la pobreza, que ya venía incrementándose desde los últimos años del Gobierno anterior, pero que sin dudas ha crecido muy por sobre lo esperado en los primeros seis meses del Gobierno actual.
@leandrorenou