Los planes de Sergio Massa de cara a las elecciones del año que viene giran en torno a dos ideas, que empiezan a consolidarse. Una es apostar todas sus fichas a su alianza con Margarita Stolbizer para volver a ganar en la provincia de Buenos Aires, como lo hizo en 2013. La segunda es no acordar con el PJ orgánico hasta tener en la mano los resultados de esos comicios legislativos, los que servirán para definir un mapa de liderazgos territoriales a partir del cual, y recién ahí, elaborar una estrategia para buscar nuevamente la Presidencia en 2019.
La obsesión del massismo es ganar las elecciones del año que viene, como hiciera hace tres años, lo que le permitió a Massa instalarse como referente de escala nacional y competir en las presidenciales del año pasado. Para llegar a ese objetivo, creen en este espacio, resulta más conveniente cerrar con Stolbizer -que dinamita el frente Progresistas con tal de avanzar en este pacto- antes que enredarse en la ronda de candidatos y de pujas de poder del PJ, aunque en los últimos días desarrolla un juego de seducción con el peronismo y da señales claras de acercamiento, como este jueves, cuando recibió e Tigre a los senadores Miguel Pichetto, Juan Abal Medina y María Laura Leguizamón y al diputado Oscar Romero con la excusa de una recorrida por una fábrica, y en la provincia de Buenos Aires, donde el massismo presentó un proyecto de policías locales en conjunto con los bloques del FpV y el PJ . El líder del Frente Renovador sabe del hambre de figuras con potencial electoral que domina al peronismo, que busca su camino hacia el poskirchnerismo (sin ir más lejos, el Movimiento Evita, que lo descalificó con dureza tras su deserción del Gobierno, le pidió que vuelva).
Uno de los armadores de Massa no dudó en sentenciar: “Para nosotros, la prioridad en la provincia se llama Margarita Stolbizer”.
En un breve diálogo con otro operador político de Massa se repitió la escena.
Periodista: ¿Por qué descartarían competir con el aparato del PJ?
Operador: Que cada uno busque la lista que quiera; nosotros ya tenemos nuestra propia franquicia.
P: Pero si el PJ les pone un candidato lo pueden complicar.
O: Al PJ ya le ganamos en 2013 y ahora está peor que nunca.
P: Sí, pero ese año no compitió el PRO. De hecho fue aliado de ustedes.
O: Sí, ¿Y?
P: Que el año que viene sí va a jugar Cambiemos. Y siendo gobierno en la Nación y en la provincia.
O: Pero en 2013 competimos también contra Stolbizer y sacó más de 11 puntos.
P: ¿Y con eso les alcanza para ganar?
O: Si (el presidente, Mauricio) Macri sigue así, probablemente sí.
La misma fuente descartó cualquier tensión de cartel entre Massa y Stolbizer. El problema es que ambos quieren pelear por una banca en el Senado de la Nación. Sólo entrarían los dos a la Cámara alta si juegan en fórmula y ganan. El riesgo es salir segundos y que alguno de los dos tenga que mirar el Congreso desde afuera, ya que ambos concluyen sus mandatos como diputados en diciembre del año que viene. Si salen terceros, el sueño del Senado se acabará para ellos.
DICIEMBRE. Esa fecha, diciembre del año próximo, es la que ponen como horizonte posible para que Massa se arrime seriamente al PJ y evalúe jugar con el partido en un nuevo intento por llegar a la Casa Rosada. No antes. El massimo descarta cambios de fichas entre los bloques de la Cámara de Diputados. Uno de los legisladores que comparte bancada con Massa admitió. “Si hay más rupturas en el Frente para la Victoria (FPV), veremos de jugar como aliados en la discusión de algunos proyectos. Pero no vamos a habilitar el `borocoteo` hasta la renovación de bancas, en diciembre del año que viene”.
Para esa fecha, además, cada provincia tendrá un panorama claro y actualizado de su mapa electoral. Y si Massa suele ir torciendo y acomodando sus posiciones de acuerdo a lo que señalen las encuestas, el año que viene quiere bajar el nivel de especulación y tomar decisiones sobre algo más contundente: los resultados de las elecciones legislativas de 2017.
La mesa política del massismo quiere que los comicios del año que viene determinen liderazgos provinciales. Pretende sean las urnas las que señalen con qué referente de cada distrito hay que sentarse a negociar para armar un frente para desbancar al macrismo. “Hablan del PJ, pero en este PJ no estamos nosotros por la provincia de Buenos Aires, no está Córdoba, no están las provincias patagónicas, no están los intendentes peronistas de Mendoza. Falta mucha gente”, explicó un dirigente que habla a diario con Massa.
PERONIZACIÓN, A MEDIAS. Massa sabe qué mensaje hicieron llegar al Gobierno macrista con la foto y la recorrida por pymes de Tigre que compartió con los senadores del FPV y con el presidente del bloque Justicialista en Diputados. Aunque reducida, de esa foto se desprendía un gesto de unidad peronista codificado para que Macri lo interprete como quiera.
“Sergio tiene la popularidad y nosotros tenemos los votos”, allanó un senador del FpV, compañero de Pichetto y Abal Medina. “Cuando hablamos de leyes, las herramientas las tenemos nosotros; cuando hablemos de elecciones, ahí se verá”, agregó.
Sin embargo, desde el entorno del ex jefe de Gabinete le bajaron el tono. Sostienen que, tras verse demasiado cerca de Cambiemos en algunas votaciones claves del Congreso y tras las actividades que compartió con Stolbizer, la caminata por la ancha avenida del medio requería un poco de peronismo. Reconocen que “peronizarse es pagar un costo para Sergio” porque “hoy el PJ todavía es mala palabra”. Pero que la necesidad de aceitar el vínculo con los senadores del FPV para marcarle la cancha al Gobierno desde el terreno parlamentario necesito de, al menos un poco, de peronización.
Hoy, lo que tienen que capitalizar, según entienden en el Frente Renovador, es la bronca contra el kirchnerismo implosionado y el impacto de las medidas de gobierno contra el bolsillo de los sectores medios y bajos. Para esa estrategia, redondean, la mejor opción es Stolbizer y no el PJ.