Reforma política: habrá boleta electrónica pero no se unificarán calendarios electorales
El Gobierno enviará el proyecto en los próximos días al Congreso. Incluye el cambio en el sistema de votación y el debate presidencial obligatorio. No se pudo eliminar el desdoblamiento de fechas.
El Gobierno presentará la última semana de mayo el proyecto de reforma que estAblece el cambio del sistema de votación de la boleta de papel hacia la electrónica, la eliminación de las llamadas listas colectoras y la obligatoriedad del debate presidencial. Aunque se intentó avanzar en la simplificación de los calendarios electorales, no hubo acuerdo con las provincias y aquellas que así lo decidan seguirán desdoblando los comicios provinciales de los nacionales.
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Aunque el proyecto de reforma fue pensado en un primer momento en términos de transformación política, por ahora solo apuntará a la cuestión electoral, más precisamente al sistema de votación. Según explicó el secretario de Asuntos Políticos, Adrián Pérez, de las charlas que el Gobierno nacional mantuvo tanto con las provincias como con todos los partidos políticos “hubo consenso para avanzar en la implementación de la Boleta Única Electrónica (BUE)”, el mismo sistema que se utiliza en Salta y en la Ciudad de Buenos Aires.
El presidente Mauricio Macri quiere que el nuevo sistema esté habilitado para votar en las elecciones 2017 en todo el país y no haya una aplicación por etapas, como se había dicho en un primer momento. La implementación del sistema estará a cargo del Ministerio de Modernización, que conduce Andrés Ibarra, quien definirá si el sistema será desarrollado por el Estado o si habrá un proceso de licitación. Se necesitarían unas 120 mil máquinas en todo el país.
Otro punto que logró la adhesión de todos los actores que intervinieron en la discusión fue la necesidad de establecer por ley la obligatoriedad del debate presidencial. “En 2015 se avanzó bastante en ese tema en la comisión de Asuntos Constitucionales, que presidía Diana Conti. Había proyectos de todos los bloques, incluso algunos que prevían también el debate entre los candidatos a diputados. Veremos si hay consenso para incluirlo”, explica la diputada Carla Carrizo, referente del radicalismo en temas electorales, que ya empezó a evaluar junto resto del bloque de Cambiemos los aportes que hará el Congreso al proyecto del Poder Ejecutivo.
Por útimo, la reforma prevé la eliminación de las llamadas listas colectoras y espejo, algo que terminaría, por ejemplo, con la posibilidad de que un candidato a presidente lleve en su boleta a diferentes candidatos a gobernador. El Ejecutivo le pedirá a las provincias que avancen con reformas similares en sus distritos.
Según explicó Pérez, la reforma se desarrollará en tres etapas. La primera será la que tiene que ver con la boleta electrónica y el debate. Luego se discutirá el tema del financiamiento de las campañas políticas y por último llegará el debate sobre el órgano electoral. En cuanto al financiamiento, el eje de la discusión estará puesto en los aportes que debe hacer el Estado para los gastos de campaña gráfica, ya que el reparto de publicidad audiovisual está regulado por la ley de las PASO. Respecto del órgano electoral, el debate gira en torno a si debe depender de la Cámara Nacional Electoral o tener una estructura mixta. “Lo claro es que hay que sacarlo de la órbita del Ejecutivo y darle autonomía”, opina Carrizo.
Pero sin dudas uno de los temas que ocupó un lugar preponderante en el debate entre la Nación y las provincias y sobre el cual no hubo acuerdo fue la simplificación del calendario electoral. El Gobierno pretendía unificar las fechas de las elecciones nacionales y provinciales, pero se topó con la resistencia de los gobernadores, que hacen valer la autonomía de sus territorios. “Es difícil avanzar en ese tema, es potestad de las provincias fijar la fecha de sus elecciones y en algunos casos, la propia Constitución provincial impide que se hagan el mismo día que las nacionales”, explicó uno de los dirigentes que negoció el tema con los gobernadores. Tal es el caso de Santa Fe, provincial cuya propia Carta Magna establece una antelación para la realización de las elecciones respecto de las fechas de asunción del gobernador que no coinciden con las que fija la Constitución Nacional. En otros casos, el desdoblamiento electoral obecede a mera estrategia política de los gobernadores, en la que la Rosada no puede tener injerencia.
“No podemos vivir de elecciones hay que simplificar el calendario. No es verdad que esto no distrae. Esto distrae tiempo y esfuerzo a la gestión si vivimos de elecciones. Porque primero la Ciudad, luego en la provincias, y luego en la Nación, todas separadas; es mucho tiempo invertido, perdido, y muy costoso”, se había quejado el Presidente en 2015, durante la campaña.
Sin embargo, como se advirtió desde las primeras conversaciones, el Poder Ejecutivo deberá limitarse a hacer “una recomendación” a las provincias para evitar la dispersión en el calendario, que al menos contemple que los distritos que decidan hacer elecciones separadas de las nacionales se agrupen y hagan coincidir sus fechas para evitar la saturación del electorado.
En síntesis, aquellos distritos cuyos ciudadanos votaron en 2015 en seis oportunidades, porque las elecciones locales fueron separadas de las nacionales, volverán a hacerlo de la misma forma, salvo que los gobernadores decidan - por razones políticas y siempre que la constitución provincial no lo impida- que les conviene unificar las fechas con la Nación o que prospere otra de las iniciativas presidenciales, que propone eliminar la obligatoriedad de la votación para las elecciones primarias.