AFI

Majdalani y De Stéfano, trenzados en una sorda disputa por la inteligencia PRO

La guerra secreta y los ecos de una pelea de pesos pesados. La verdad de los videos de “La Rosadita”. La gestión de Ernesto Sanz.

Arde la interna de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI). La segunda del organismo, Silvia Majdalani, volvió a tener una semana complicada por su rivalidad con su jefe, Gustavo Arribas, y el encargado del área de Judiciales, Juan De Stéfano, los dos, delegados del presidente de Boca, amigo personal y operador en tribunales del presidente Mauricio Macri, Daniel Angelici.

La Turca llegó al punto de quejarse directamente con el jefe de Estado tanto por desmanejos estructurales como por detalles como el hecho de que De Stéfano le habría pedido a la jueza federal María Servini de Cubría que intervenga en la elección del Colegio Público de Abogados de la Capital de modo de perjudicar a la agrupación de Juan Pablo Godoy Vélez, consejero porteño que intenta obtener el control de la institución.

 

Este conflicto palaciego no hace más que reflejar la distancia que existe actualmente entre el vice de Boca y número dos de la SIDE en tiempos de la Alianza, el sushi Darío Richarte, y el auditor Javier Fernández. Socios en el pasado, la salida de Jaime Stiuso de la central de inteligencia detonó la relación y hubo algunos pases de facturas de tinte comercial por el estudio en el cual ambos defendían a funcionarios y empresarios en problemas.

 

La terminal de Majdalani siempre fue el integrante de la AGN. Ambos tienen extracción peronista y la Turca conoció el mundo de los jueces y los espías gracias a Fernández. Macri le ofreció la AFI luego de una enfática recomendación del radical Ernesto Sanz, que aconsejaba un equilibrio en el organismo. Además, Sanz es, aunque siempre lo negará, muy cercano al auditor.

 

Richarte, en cambio, se ha acercado en extremo a Angelici: los dos son radicales, comparten filiación xeneize y el abogado predilecto de Richarte, Diego Pirotta, oficia como defensor de Angelici en la causa generada por la denuncia de la diputada Elisa Carrió por tráfico de influencias. Por eso hace días Pirotta intenta, sin éxito, acceder a Sebastián Casanello, el juez federal del momento.

 

La pelea de Majdalani es directamente con De Stéfano porque Arribas prácticamente oficia como un administrador, además de que sostiene sus viajes regulares a Brasil, donde hay cuestiones que lo reclaman.

 

La Turca cuestiona los métodos de acercamiento a los jueces y alega un desconocimiento absoluto del funcionamiento del organismo. No le gustó nada, por ejemplo, la reunión entre Arribas y Jorge Lanata en la cual el animador recibió del espía los videos de La Rosadita. Lanata le pidió el celular a Arribas y éste se lo dio “por cualquier cosa”. También lo tiene apuntado al director de Finanzas, Juan José Galea. Una guerra que recién comienza.

 

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