Mientras el lobby judicial trabaja sobre la gobernadora María Eugenia Vidal para que derogue la ley que descentraliza el Tribunal de Casación Penal bonaerense, la cual le quita poder de influencia a los integrantes de ese órgano, el titular del bloque massista en la Cámara Alta provincial, Jorge D’Onofrio, apuró a la mandataria al señalar que “sigo esperando la voz oficial" sobre el tema, a la vez que postuló: "Hoy el debate se divide entre la idea de mantener la industria del juicio o acercar la justicia a la gente".
Tal como lo detalló Letra P días atrás, el máximo órgano de la justicia penal de la provincia de Buenos Aires ostenta un importante poder que lo convierte en una fuerza capaz de condicionar a los gobiernos de turno. La descentralización, por tanto, es un mal negocio para los integrantes de ese cuerpo, razón por la cual fuerzas de la Justicia centralizada en La Plata articulan gestiones ante el vidalismo para terminar de sepultar esta normativa.
Bajo este escenario, D'Onofrio, señaló: "Luego de que los Colegios de Abogados y Asociaciones de Magistrados se pronunciarán en contra de la derogación, sigo esperando la voz oficial", al tiempo que expresó: "Todos los que hasta hoy se han pronunciado, coincidimos que es de una gravedad institucional mayúscula la no puesta en marcha de las cámaras regionales".
"Cuando hablamos de la transparencia que propuso Vidal, también señalamos la actitud antidemocrática e inconstitucional del ex gobernador (Daniel) Scioli y su ministro (Ricardo) Casal de haber cajoneado esta ley durante años", puntualizó.