LEGISLATURA PORTEÑA

Fracasó Larreta en armado de un interbloque Cambiemos en la Ciudad

Los diputados de la UCR y de Carrió no quisieron. Prefirieron mantener la autonomía para votar cada proyecto sin disciplina partidaria. El factor Lousteau.

El 17 de febrero el PRO, la Coalición Cívica y la UCR oficializaron su conjunción en la Cámara de Diputados de la Nación y constituyeron el interbloque Cambiemos. Desde el Gobierno nacional hubo “recomendaciones” para repetir ese esquema en la Ciudad de Buenos Aires pero el plan fracasó y las conversaciones para apuntar a la unidad naufragaron rápidamente.

 

A pesar de haberse enfrentado en las elecciones por la Jefatura de Gobierno pocos meses antes, Horacio Rodríguez Larreta intentó dejar atrás ese proceso y se encontró personalmente con dirigentes de la Unión Cívica Radical y del partido de Elisa Carrió.

 

El alcalde fue en busca de ensayar una especie de romance a largo plazo con ambos sectores pero se chocó con conversaciones frías y reproches del pasado, en especial de los radicales. Larreta convocó al titular de la UCR porteña, Emiliano Yacobitti, al local Pizza Cero, un lugar al que, como reveló Letra P, el ex jefe de Gabinete convirtió en una oficina donde mantiene reuniones periódicamente.

 

El titular del Ejecutivo estaba acompañado de parte de su equipo de ministros, pero el radical no se siento intimidado. El pedido fue directo: el PRO quiere sumar a la UCR y armar el interbloque Cambiemos en la Legislatura porteña.

 

Como condición, Yacobitti deslizó la posibilidad de avanzar hacia una integración partidaria que “comience afuera” del Parlamento. En concreto, los radicales quieren que como “primer paso” exista una mesa política de Cambiemos y se apunte a una coalición de gobierno porque, según advierten, “no hay objeción ideológica”.

 

Actualmente, el PRO no está dispuesto a ceder ni un gramo de poder dentro de la estructura porteña a sus aliados nacionales. No obstante, sí está interesado en explorar la idea de un hipotético interbloque Cambiemos para “despreocuparse” a la hora de la aprobación de leyes.

 

Es justamente lo que no están dispuestos a tolerar ni en la UCR ni en la Coalición Cívica. “Podemos coincidir en agenda parlamentaria pero no vamos a votar todo lo que pidan”, contaron a Letra P fuentes del bloque que responde a Carrió.

 

 “No vamos a ser el PRO, si hay voluntad de coalición de partidos como lo hay en la Nación, podría ser”, aseguraron fuentes del radicalismo.

 

Larreta captó el mensaje y se conformó con una frase que se repitió en ambas reuniones: “No tenemos problemas en hablar y dialogar”. Sin embargo, durante su encuentro con Yacobitti, confirmó algo sobre lo quería ni sospechar: la UCR porteña tiene la mira puesta en un posible regreso de Martín Lousteau para disputar la jefatura de Gobierno en 2019.

 

El embajador argentino en Estados Unidos está cómodo en su nuevo cargo y el oficialismo porteño respiró cuando fue nombrado, incluso teniendo en cuenta la cantidad de cargos en la Ciudad que recibió y que repartió junto a sus aliados radicales (Auditoría, Consejo Económico y social y Banco Ciudad, por ejemplo). El economista mantiene sus ilusiones de gobernar la Ciudad pero por el momento no se correrá de su función y no hará política partidaria. De todas formas, es la propia UCR porteña la que sueña con una vuelta triunfal del ex ministro de Economía para disputar en territorio porteño.

 

El radicalismo está dispuesto a colaborar con el PRO en la Ciudad pero quiere establecer condiciones para que en un futuro “podamos jugar por adentro”. Resulta curioso el reclamo porque a principios de 2015 el centenario partido insistió con insertar al economista en la interna amarilla y la posibilidad fue negada sistemáticamente.

 

Por la Coalición Cívica se sentaron en la mesa junto a Larreta los diputados Maximiliano Ferraro y Paula Oliveto. Mismo lugar, mismo pedido y mismo tono de conversación pero, a diferencia del encuentro con Yacobitti, no hubo presencia de ministros.

 

Pese a las diferencias y los cortocircuitos entre radicales y “lilitos” en la Ciudad, la devolución fue similar. La Coalición Cívica no aceptará únicamente adherirse a un interbloque para convalidar proyectos del oficialismo, sino que también buscará una discusión partidaria más amplia donde “cada uno tenga su lugar”.

 

En ambos espacios que hasta hace meses se agrupaban dentro de ECO coinciden en que existen dos grupos dentro del PRO que exhiben distintas ideas sobre la vinculación que debería darse en la Ciudad entre el macrismo, los radicales y los dirigidos por Carrió.

 

Por un lado, según indican, el Gobierno nacional, en especial Marcos Peña, avala una integración que apunte a una coalición de partidos. Mientras que en la Ciudad, la intención es lisa y llanamente obtener la mayoría necesaria para, cuando sea necesario, prescindir del Frente para la Victoria y contar con ocho votos más (seis de la UCR –agrupados en la bancada SUMA +- y dos de la CC).

 

“Estamos interesados en la medida que sea para funcionar en una coalición política, donde cada uno pueda preservar su identidad y jugar en las próximas elecciones dentro de un espacio común”, explicaron fuentes del radicalismo local.

 

Mientras tanto, Larreta confía en los diputados Francisco Quintana y Carmen Polledo para profundizar los lazos con ambos bloques que hoy se encuentran en la vereda de la oposición pero el deseo del Gobierno es que en un futuro se sumen a un hipotético interbloque Cambiemos.

 

El jefe de Gobierno prometió citar a ambos espacios a un nuevo encuentro, pero los opositores aún no recibieron la invitación a la próxima cita. Mientras tanto, fuentes del bloque PRO aclararon que la chance de crear un interbloque está “latente” aunque subrayaron que “falta un montón”.

 

Marcelo Pagani, secretario General de AGMER, durante el congreso de determinó una movilización y cuatro días de paro.
Mauricio Macri.

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