El jefe de Gabinete de Ministros, Marcos Peña, pasó por San Carlos de Bariloche a realizar diferentes anuncios, visitar la prestigiosa empresa Invap e inaugurar obras con el gobernador de Río Negro, Alberto Weretilneck, y percibió cómo es la pelea de dos de las tres fuerzas políticas principales de esa región. Al igual que Omar Gutiérrez (Neuquén), Mario Das Neves (Chubut) y Rosana Bertone (Tierra del Fuego), Weretilneck se convirtió en un nuevo aliado pero se mantiene lejos de la estructura macrista provincial.
Por eso la actitud de algunos dirigentes por acaparar las imágenes con Peña, por la disputa de representatividad con el frente Cambiemos en la provincia, no sorprendió. El oficialismo nacional, en notable crisis (el macrismo pelea a diario con la UCR orgánica), y buena parte del oficialismo de Juntos Somos Río Negro (JSRN), con Weretilneck a la cabeza, comenzaron una dura competencia para acaparar los espacios de poder.
El paso en la firma estatal junto a funcionarios, antes de un encuentro con empresarios de la ciudad, sirvió para empaparse de lo que sucede en esa región de la Patagonia donde el propio presidente de la Nación, Mauricio Macri, anticipó el mejor trato entre Viedma y la Casa Rosada cuando llegaba junto a otros funcionarios.
La entrega de casas, en el barrio 645 viviendas, sirvió como anticipo de la firma de “importantes contratos” para Bariloche, tierra a la que llegó este jueves cuando todas las miradas apuntaban al Congreso de la Nación.
El diputado nacional Sergio Wisky, quien estuvo pegado a Peña toda la jornada, también intentó marcar la "ilustre" visita: el jueves lo recibió junto a varios referentes del macrismo. Como describió Letra P, antes del cambio del albertismo, Wisky se transformó –aunque desde provincia digan lo contrario– en uno de los principales interlocutores con Balcarce 50 para todos los distritos. Hasta Gustavo Gennuso, jefe comunal barilochense, había viajado a Buenos Aires para obtener respuestas sobre el dinero necesario para abonar viejas deudas de la comuna, u obras fundamentales para levantar la pobre imagen entre los vecinos.
El 1 de marzo, en la apertura de sesiones, Weretilneck advirtió que su gestión no era ni “oficialista” ni “opositora” pero algo en la relación cambió. Por las múltiples facetas de quien supo elogiar a Sergio Massa, y jugarse un pleno por Daniel Scioli, nadie se sorprende y hasta lo toman como natural.
“Es algo que todos esperábamos, pero desde Capital Federal no se la van a hacer tan fácil”, le explicó a este portal un importante armador del PRO.
