¿Cómo le va? ¿Bien?
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¿Cómo le va? ¿Bien?
Y sí... Bien.
¿Contento? Ya terminó...
Contento. Pero en realidad yo diría que esto es un comienzo, un comienzo de todo lo que nos resta por hacer.
¿Cuáles son las sensaciones?
La sensación es que pudimos cumplir la promesa de campaña de María Eugenia, cuando decía que teníamos que volver a vivir en una provincia normal. Ahora tenemos que trabajar mucho por la promesa de campaña, de lograr una educación de calidad para todos los bonaerenses
¿Se complicó más de la cuenta la negociación que tenían pensada?
Estas negociaciones tienen altos y bajos, se complican, después se destraban. Lo que hay que tener es el temple para saber ver cómo es cada momento e ir llevándolo. La verdad es que yo estoy muy contento no sólo por el resultado, que obviamente fue bueno, sino por el proceso: fue un proceso de mucho diálogo. Fue un proceso de trabajo muy serio, muy prudente, muy responsable. Ustedes habrán visto que ninguna de las partes involucradas -ni siquiera en los momentos en que parecían más álgidas las negociaciones- hizo declaraciones para caldear el ambiente, ni antisonantes; se trabajó con mucho respeto y prudencia. Esto para mí es muy bueno, porque lo que pidió la Gobernadora es que esto sea el comienzo de un diálogo que tiene que estar durante todo el año con los gremios docentes. Tenemos que avanzar en todo lo que hace a la calidad educativa, a la infraestructura, a las condiciones laborales, quedan un montón de temas pendientes.
Muchas escuelas están en muy malas condiciones. Ahora que resolvieron lo salarial ¿Lo siguiente es la cuestión de la infraestructura escolar?
Lo tenemos muy en claro. Hemos reactivado muchas obras que estaban paradas, hemos comenzado otras, estamos trabajando con los Consejos Escolares en el tema del riesgo inicio. La realidad es que nosotros sabemos que la infraestructura está mal, lo que no sabemos es cuán mal está. Por eso, a partir del 1 de marzo, nosotros vamos a comenzar un censo que va a durar alrededor de cinco meses, establecimiento por establecimiento, para ver cuál es la realidad de la infraestructura de cada uno y ver qué tipo de intervenciones hay que hacer, para ya tener un plan de obras a cuatro años.
Cuando desembarcó en Provincia, a usted muchos lo definían como un experto a la hora de negociar con los gremios, por haber resuelto varias paritarias en el Gobierno de la Ciudad ¿Qué evaluación hace de la negociación con los sindicatos bonaerenses?
Bueno, a ver... Nosotros asumimos en un contexto en donde la paritaria docente venía de una historia de altísima conflictividad, con lo cual eso ya de por sí era un gran desafío. Pero acá logramos articular todo lo que conté recién, junto con un gran trabajo en equipo, con los ministros Lacunza, Villegas, Gigante, Salvai, los encargados de medios y comunicación, como Mohadeb y Suárez, y además con un respaldo muy, muy fuerte de nuestra Gobernadora. La paritaria docente tiene una particularidad que la hace única, y es que tiene una fecha límite, y eso la hace tan compleja y difícil. Pero yo siempre he creído que el diálogo, cuando uno negocia, pasa por comprender al otro, por mirar con los ojos del otro y ponerse en el lugar del otro. No hay muchos más secretos para negociar. Después hay tácticas, estrategias, que tienen que ver con el manejo de los tiempos y esas cosas. Nosotros sabíamos y reconocemos que el reclamo de los docentes es justo y la orden que recibimos de la Gobernadora fue el de poner el mejor esfuerzo que haya que poner, desde todo punto de vista, para poder resolverlo. Creo que lo hicimos trabajando en equipo.
¿Cuál es la autocrítica que hace, pensando en corregir detalles y errores de cara a futuras negociaciones?
A ver... Uno, cuando está inmerso en estos procesos, le cuesta mucho hacer una evaluación así ni bien terminan. Pero si me hacés esta pregunta dentro de una o dos semanas, tal vez te la pueda contestar. Ahora hay que sentarse a reflexionar. Creo que todos los actores implicados -no sólo la provincia de Buenos Aires, sino también el Gobierno nacional y todas las jurisdicciones- deberíamos trabajar para buscar un mecanismo que haga que no esté la sociedad en vilo hasta 48 horas antes de comenzar las clases. Creo que ese es un gran desafío.
¿Cómo explica el malentendido entre el Gobierno nacional y los gremios? ¿Qué fue lo que pasó ahí?
La oferta nunca fue retirada. Lo que pasó fue, según entiendo, una interpretación diferente que hacían las partes de lo mismo. Eso repercutía en las jurisdicciones provinciales y entonces podían tener algún tipo de cuestión. Pero a ver, por ejemplo, si vos me preguntás a mí, nosotros en la provincia de Buenos Aires hicimos un esfuerzo presupuestario enorme, que consistió en poner un 25% de ese aumento. Para llegar a los $ 9.800 que va a cobrar el maestro de grado sin antigüedad de jornada simple, el resto está formado por aportes y conceptos que ha puesto el Estado nacional. Creo que fue básicamente un error de interpretación que las partes hacían del acta, pero la oferta jamás fue retirada.
Los gremios bonaerenses dijeron que aceptaron la oferta de ustedes, pero con muchos condicionamientos ¿La paritaria sigue abierta?
El diálogo con los gremios va a continuar durante todo el año, en todas las comisiones, trabajando en todo tipo de temas. Nosotros ahora tenemos que ocuparnos en cómo mejoramos la educación en la provincia de Buenos Aires; cómo logramos que la educación vuelva a igualar el punto de partida de un chico que nació en un hogar acomodado, en una ciudad rica -por decirlo de alguna manera-, con el de un chico que nació en un hogar humilde de un barrio humilde. Nosotros tenemos que trabajar mucho en eso, en la capacitación, en la formación de los docentes. El diálogo va a quedar abierto durante todo el año. Y la verdad, con el tema este de la cláusula de monitoreo -y esto es una opinión personal mía-, son cuestiones inocuas, porque primero, si la inflación estallara, la cuestión sería generalizada, no es que se va a reabrir la paritaria docente; y como yo creo que las políticas macroeconómicas del Gobierno nacional van a tener éxito y la inflación se va a desacelerar, entonces tampoco tiene sentido... La verdad, no lo veo, no me parece ni bien ni mal.
Bueno, está pintando un panorama alentador...
Nada de lo que nos proponemos y hacemos va a salir por sí mismo. Sabemos que nos aguardan cuatro años de intenso trabajo y todos los que formamos el equipo educativo del Gobierno de Vidal estamos dispuestos a dejar el alma para mejorar la educación en la provincia de Buenos Aires. Esto es un buen comienzo, pero la cota que pone la Gobernadora es bastante más alta que empezar las clases.