Entrevista

De los sobrevivientes de Chernobyl a Sarghini: una vida de fotos en Diputados

Eduardo Finocchi es el fotógrafo oficial de la Cámara de Diputados bonaerense. Se jubila luego de 30 años de trabajo. En una charla con Letra P, cuenta parte de lo que vio y abre su propio archivo.

“Vamos al palco, así estamos más tranquilos”, sugiere Eduardo Finocchi. Es uno de los fotógrafos de la Cámara de Diputados de la provincia de Buenos Aires quien se retira tras 30 años de fotografiar sesiones, algo que él considera parte de la historia bonaerense.  Vio cientos de diputados pasar, jornadas interminables de madrugada, peleas en el recinto desde ese mismo palco en el que ahora cuenta algunos de esos momentos. 

-Desde 1987 que trabaja en la Cámara, ¿con qué se encontró cuando llegó? 

 


- Fue una época linda, estaba volviendo la democracia. Hubo que rearmar todo. Este recinto –señala para abajo- era un tacho de basura.  En la época de los militares tiraban todos los muebles viejos de la Cámara. En ese momento estaba iniciando otra vez el ritmo legislativo, fue una época linda, difícil por el tiempo que le tocó a Alfonsín que era muy bravo pero se trabajó muy bien.
 
- Ha visto sesiones muy extrañas 
 
- Sí, de todo. Diputados que amenazaban que tenían la pistola adentro del maletín. Una noche que estaban tratando algo por los maestros saltó un muchacho jovencito que era maestro de la Izquierda Unida y una diputada del PJ, lo agarro del pelo de atrás, le fue a dar la piña y la agarraron. Era tarde y estaba yo solo en el palco, entonces tiré el fogonazo. Todos pararon miraron para el palco y como vieron que era yo siguieron. Esos rollos estuvieron guardados, después yo rescaté algunas fotos.
 
- ¿Cómo llegó a trabajar acá?
 
- Tuve la suerte de no entrar por política, algo raro. En los comienzos de la democracia había un fotógrafo muy conocido de La Plata que es José Luis Mc Loughin, tuve la oportunidad de acompañarlo hasta la puerta y él me dijo ‘bueno promete que algún día vas a venir conmigo acá’ y se dio al poco tiempo. Necesitaban un fotógrafo, me tomaron una prueba 15 días. En el año 1987 gobernación de (Antonio) Cafiero.
 
-¿Todavía tiene fotos de esos primeros momentos?
 
- Sí, quise buscar algo de la Legislatura y no había nada, entonces empecé a buscar cosas, armé una página y hoy me acuerdo de eso de toda la gente que pasó por acá.
 
-¿Por ejemplo?
 
- El ex campeón mundial de boxeo Sugar Leonard, los chicos de Chernóbil también vinieron. A los chicos los trajo Osvaldo Mércuri que estaba con el tema de la ecología. Vinieron todos los chiquitos, tocaron instrumento, comieron acá fue un momento muy lindo. El Dalai Lama también pasó. Algunos dicen ‘¿el Dali Lama, el dalai lama estuvo en la Legislatura?’ Sí, es como el Papa pero de otra religión y también pasó por acá.
 
-¿Qué recuerda de la visita de los presidentes de la nación que han pasado por acá?
 
-Una vez que vino Menem tuve una exclusiva. Ya se sabía que no iba a venir a la presidencia y que iba a entrar directamente al recinto. Estaban todos esperándolo y yo me mandé por la mía y me pasó que tuve la exclusiva de Menem poniéndole la banda a Duhalde. Por estar ahí, por ese olfato que uno tiene.

 

 
-¿Qué otros cambios reconoce dentro de la Cámara de Diputados?
 
- Lo que más me ha sorprendido es que cada vez hay más mujeres fotógrafas. En mi época no era común; los fotógrafos éramos hombres. También me pasó con los diputados. Cuando yo entré había 91 diputados hombres y una mujer que era de la Izquierda Unida que estaba sentada en una punta y no le daban ni cinco de bolilla. Gritaba, pedía la palabra y nada. Primero fue el 30 por ciento, ahora va a ser el 50 y con los fotógrafos está pasando lo mismo. Cada día veo que hay más fotógrafas, la mujer tiene algo especial con la fotografía.
 
-La forma de trabajo del reportero gráfico ha cambiado notablemente, ¿cómo se adaptó a las nuevas tecnologías?
 
-Me apasionó, por suerte. Cuando trajeron la primera máquina, en la convención constituyente del ‘94 compraron todo nuevo. Entonces las primeras computadoras vinieron para acá. Fui de los primeros que empezó acá a usar eso y me apasionó. Hoy le hago páginas a mucha gente, entonces el cambio no fue mucho. Me metí de entrada con el Photoshop”.
 
-¿Digital o analógico?
 
-Pese a que hay fotógrafos que defienden lo analógico y dicen que no hay nada como lo analógico, lamentablemente tengo que decir que hoy por hoy con lo digital podes hacer lo mismo que lo analógico o mejor. Es muy lírico lo analógico y yo por ahí cuestiono a  las escuelas de fotografía. Si vos vas a trabajar a un medio no te van a pedir que reveles la foto, que compres rollos. Es lindo saberlo hacer y para uno.
 
- ¿Qué significa la fotografía en su vida?
 
-Es mi vida, me ayudó a criar una familia de 6 hijos. La fotografía me gusta como expresión, yo soy un fanático de la persona como ser humano y me parece que es la oportunidad de capturar el momento. Como decía el gran fotógrafo Henri Cartier Bresson ‘la fotografía es el instante’. Nosotros nos sacamos la foto acá y no se repite más eso. Me gusta mucho el tema de los archivos, creo que voy a estudiar museología.
 
Eduardo Finocchi se jubilará a fin de mes. Todas las fotos de archivo reproducidas en esta nota son de su autoría y fueron utilizadas bajo su autorización. 

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