Luego de días de silencio, finalmente el presidente Mauricio Macri blanqueó que el aumento del 47% que se prodigaron los diputados nacionales fue un exceso. Si bien no lo dijo en esas palabras, habló desde Santa Fe al respecto. "Hay que reconocer que hubo una inflación, que hay que hacer un ajuste para ser medianamente equitativos, pero tampoco en estos momentos pasarse de largo“, contestó el mandatario mientras protagonizaba una recorrida por esa provincia litoraleña.
El mensaje, confiaron en la Casa Rosada a Letra P, “es realmente lo que piensa Macri, y lo dijo porque se lo preguntaron, pero no se va a meter más que eso”, detalló un funcionario poco antes de graficar un detalle que alimentó durante días el malestar del Ejecutivo. “Nadie consultó de qué manera iban a resolver el aumento, se sabía que iba a ser un incremento similar al de los empleados estatales, pero no esa cifra”, se quejó la fuente en referencia al otro incremento determinante: la suba de los pasajes que recibe cada legislador y que llevó esa cifra a 30.000 pesos. El ingreso global por legislador araña los 140 mil pesos, es decir, unos 30.000 menos que los 173.000 que cobra Macri luego de recibir el 31% de incremento de la paritaria anual para empleados estatales.
La versión oficial que deslizaron en la Rosada, y que busca desvincular al Presidente del impacto negativo del “dietazo” en el Congreso, sembró nuevos y espinosos interrogantes sobre la relación que mantiene la administración de Cambiemos con su propio bloque en las dos cámaras, pero también sobre los problemas de comunicación que habría entre los funcionarios y los diputados del PRO, un menú que ya suma duras tensiones entre algunos ministros, como el jefe de Gabinete Marcos Peña y el presidente de la Cámara de Diputados Emilio Monzó.