Como en los viejos tiempos de amistad, la vicepresidenta Gabriela Michetti y el papa Jorge Bergoglio mantuvieron un encuentro a solas en la residencia de Santa Marta, en el Vaticano, donde conversaron alrededor de una hora.
“Una alegría enorme volver a encontrarme con el papa Francisco, con quien mantuve una muy linda charla”, comentó la vicepresidenta, quien al cabo de la audiencia privada subió una foto a su cuenta de Twitter. Y agregó: “Con Francisco tuvimos una conversación muy parecida a la que teníamos antes. Hablamos mucho sobre nuestro país”.
Más tarde, en un comunicado de prensa, señaló que "Francisco está muy contento con los proyectos de construcción de vías férreas y de dragado de la hidrovía que le había mostrado Mauricio en su última visita. Me dijo que ve un gran futuro para nuestro país".
"Le gustó saber sobre el trabajo en transparencia, el ahorro eficiente del presupuesto y recuperación del patrimonio histórico en el Senado. Me dijo que era muy importante que todos los funcionarios lucháramos contra la corrupción que está enquistada en nuestra clase dirigente", añadió la funcionaria.
Entre otras cosas, Francisco le pidió a la vicepresidenta poner el ojo en la deforestación ilegal y en la venta ilimitada de tierras a extranjeros.
Michetti llegó al Vaticano por el ingreso del Perugino minutos antes de las 8.30 locales (4.30 de Argentina), y fue recibida por el Sumo Pontífice en el salón de la planta baja de la residencia.
La titular del Senado mantiene una relación con Jorge Bergoglio desde la época en que era cardenal y arzobispo de Buenos Aires.
En octubre pasado, Francisco había recibido al presidente Mauricio Macri en el estudio anexo al Aula Paulo VI del Vaticano. Ése fue el segundo encuentro entre los dos jefes de Estado y el más cordial, porque el primero había durado apenas 22 minutos en un clima de frialdad.