El debate sobre el uso de cannabis con fines medicinales quedó congelado este martes en el plenario de las comisiones de Seguridad Interior, Salud y Legislación Penal de la Cámara de Diputados y se terminará de definir el miércoles por la mañana, cuando culmine la recolección de firmas y se revele cuál de los dictámenes obtuvo el apoyo mayoritario de legisladores. Hasta el martes a última hora, el proyecto de Cambiemos y el del Frente para la Victoria estaban empatados, mientras que el Frente Renovador mantenía su propio dictamen.
Tal como quedó cristalizado en el debate que tuvo lugar la semana pasada, el eje de la discusión está puesto en la autorización para el autocultivo de cannabis con fines medicinales, que piden las organizaciones, especialistas, madres y chicos que padecen distintas enfermedades, que tratan con cannabis y sus derivados. Mientras el oficialismo plantea que garantizará la provisión gratuita por parte del Estado del aceite de cannabis a aquellos pacientes "que presenten las patologías contempladas" por la ley "y cuenten con la indicación médica pertinente", el Frente para a Victoria pretende autorizar el autocultivo de marihuana cuando sea para uso medicinal. En tanto, el Frente Renovador planteó el martes, a instancias de Felipe Solá, una solución intermedia: permitir el autocultivo de manera transitoria, a quienes en los hechos ya lo están practicando, hasta tanto el Estado esté en condiciones de saciar las demandas de los pacientes.
Además de la provisión gratuita, Cambiemos propone firmar convenios con universidades nacionales para investigar "los fines terapéuticos y científicos de la planta de cannabis y sus derivados en la terapéutica humana", estudiar sus efectos en pacientes y, eventualmente, producir los derivados de la planta - como el aceite - que transitoriamente se importarían de países productores, como Israel, Canadá y Chile.
"Estamos generando la respuesta posible a todas las personas que necesitan esto y que durante años fueron dejadas de lado", dijo el presidente de la comisión de Seguridad, Luis Petri, que remarcó el "compromiso público" del oficialismo con la problemática. Antes, el diputado macrista Sergio Wisky había explicado el límite al autocultivo, impuesto por el oficialismo a instancias de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich.
"Los medicamentos tienen que tener una calidad adecuada y es calidad la tiene que garantizar el Estado", explicó Wisky, quien acató la decisión del interbloque pese a que fue, junto con otros diputados, como Marcelo Weschler, quien intentó hasta último momento mover la voluntad de Cambiemos para abrir el permiso al monocultivo. "Esto es lo mejor que se pudo negociar", se lamentó ante sus colaboradores, aunque celebró que, al menos, la ley pueda contribuir a garantizar el medicamento que necesitan las familias.
En el Frente para la Victoria también hubo negociaciones. Mientras durante la comisión se presentaron dos proyectos - uno de Diana Conti, secretaria de la comisión de Legislación Penal, y otro de Carolina Gaillard, presidenta de la Comisión de Salud - hacia el final de la reunión, el bloque logró encolumnarse detrás del texto de la entrerriana, con el agregado de la iniciativa de Conti, que modifica el artículo 15 de la ley de estupefacientes y establece que no será "considerada como tenencia o consumo de estupefacientes la tenencia y el consumo de plantas cannabis en su estado natural o cualquiera de sus derivados, destinados a la práctica medicinal y/o cuidados paliativos". El proyecto también tuvo el acompañamiento de Frente de Izquierda, el socialismo y Libres del Sur y logró 25 firmas.
Por último, el Frente Renovador, a través de Solá, planteó en la reunión que "hasta que el Estado no esté en condiciones" de suministrar a los pacientes el cannabis para uso medicinal "el uso privado de los productos quede afuera de la penalización". El resto de los diputados del bloque evitó expresar su posición sobre el proyecto, que divide al massismo.
La propuesta de último momento de Solá sorprendió a Cambiemos, cuyos diputados pensaban que juntarían las firmas para sacar el dictamen de mayoría, algo que se vio frustrado sobre el final de la reunión, cuando las autoridades del bloque contaban casi la misma cantidad de apoyos que tenía el dictamen del Frente para la Victoria. La discusión terminará de saldarse el miércoles a las 10, cuando cierre el plazo para recibir las firmas.