Alejandro Vanoli arrastra una semana agitada. A los problemas clásicos de su gestión en el Banco Central se suma ahora un pleito con los bancos de capitales extranjeros por la remoción de Gabriel Martino como presidente del HSBC Bank Argentina. Vanoli no hubiera querido acumular esta batalla justo cuando hace lobby cerca de Daniel Scioli para asegurarse su continuidad en la entidad monetaria. Ya desde el arranque es una parada muy dura: tanto Miguel Bein como Mario Blejer, asesores senior del gobernador, cuestionan su gestión.
El último golpe contra Martino se gestó en el Ministerio de Economía. Axel Kicillof acusa al banquero de estar detrás de los picos que tuvo el dólar blue a lo largo de los últimos quince días. A la inquina del funcionario se suma la del recaudador Ricardo Echegaray, que tiene al banco en la mira por las cuentas en Suiza descubiertas gracias al testimonio de un arrepentido ante la justicia de Francia.
Aníbal Fernández y el titular de la Unidad de Información Financiera (UIF), José Sbatella, también habían apoyado la decisión del BCRA que mediante la Resolución N° 259, fundamentó la decisión teniendo en cuenta que "el señor Gabriel Diego Martino no dirigió las acciones necesarias para mitigar y abordar adecuadamente el riesgo de prevención del lavado de activos y financiamiento del terrorismo". También se tuvo en cuenta "la causa penal en la que se encuentra involucrado el señor Martino, que fuera promovida por la Administración Federal de Ingresos Públicos ante la Justicia en lo Penal Económico. En dicha causa se investigan delitos tales como asociación ilícita fiscal y evasión fiscal agravada, así como eventual lavado de activos".
Ir contra Martino en el interior del Gobierno es ir también contra Miguel Galuccio. El CEO de YPF encontró en el banquero un aliado vital para las colocaciones de deuda de la compañía en las plazas financieras de Nueva York y Londres.
El vínculo entre Galuccio y Kicillof siempre fue tenso pero se agravó por algunos contrapuntos de los últimos días. El “mago” sabe que Kicillof lo destrata ante los periodistas con los que conversa y no le gustan para nada las señales recientes de que el equipo del ministro continuará en Economía si Scioli es presidente. Galuccio habilitará un periodo de tregua pero si no hay cambios de fondo hacia mediados de 2016 dejaría su cargo en la empresa más grande del país.
Ya no alcanzaría, como se dijo alguna vez, con que el gobernador de Neuquén, Jorge Sapag asuma un ministerio de Energía. Sapag tiene buen diálogo con el CEO.
Las tensiones con el ministro tuvieron por desenlace el ataque a Martino desde el HSBC. No será gratuito: anoche dos directores del Central amenazaban con dejar sus cargos por presiones para firmar el quite de la licencia del titular del banco británico.
La Asociación de Bancos de la Argentina (ABA) salió en defensa del HSBC y rechazó la decisión del Banco Central que ayer descabezó, a pedido de la AFIP, a la cúpula de esa entidad financiera. Y alertó por las "graves consecuencias" de dicha medida. Para ABA, la decisión que tomó ayer el BCRA "no se ajusta a derecho, habida cuenta de que no se han respetado las garantías constitucionales de debido proceso y defensa en juicio, ya que se adoptó sin permitir a los interesados realizar el descargo correspondiente, vulnerando uno de los más elementales derechos y garantías que existen dentro del marco del sistema republicano con división de poderes".
En los próximos días desde la entidad que agrupa a la banca extranjera habrá un pedido muy concreto ante Scioli para que Vanoli sea removido si o si después de diciembre. A Mauricio Macri y Sergio Massa ni hace falta pedírselo.
Por su parte, la Asociación de Bancos Argentinos (ADEBA) también manifestó su "honda preocupación" por el episodio y recordó que aunque "ha defendido siempre la supervisión bancaria como garantía de transparencia", aunque "en el marco de la Ley", y también pidió que se revea la situación de Martino, "toda vez que tal Resolución se habría tomado sin permitir a los interesados realizar el descargo correspondiente", lo que "afectaría el derecho constitucional del debido proceso y de la defensa en juicio".
En tanto, la Asociación Empresaria Argentina (AEA) solicitó hoy al Central la "inmediata revisión" de la medida y recordó que se había expedido en igual sentido cuando expuso el caso del ex CEO del CitibankArgentina, Gabriel Ribisich.
A la defensa del HSBC, también se sumó el Directorio de IDEA, que manifestó "su profunda preocupación ante laintempestiva e infundada resolución" del Central.
"Al igual que en el caso del directivo del Citibank, Gabriel Ribisich, entendemos que la decisión adoptada encubre ilegítimamente una sanción a los referidos directivos para cuya aplicación el Banco Centralcarece de facultades, al impedirles su desempeño como directores en cualquier entidad del sistema bancario, sin respetar el ejercicio del derecho constitucional del debido proceso y de la defensa en juicio", dijo IDEA en un comunicado.
