La Plata

Sabbatella, Bruera, Saintout y una caminata de amor, fe y esperanza

El centro platense fue testigo de esta escena de campaña imposible de imaginar tiempo atrás. Flores y piropos mutuos para juntar votos. Ahora el intendente llama "rubia" a su ex feroz adversaria.

Martín Sabbatella -titular de la AFSCA y candidato a vicegobernador por el Frente para la Victoria-, Pablo Bruera -intendente de La Plata y postulante a la segunda reelección- y Florencia Saintout -concejala, decana de Periodismo y perdedora en la interna K platense- realizaron una caminata de campaña por la calle 12 de la capital provincial. Sonrieron y se sacaron fotos con la gente. Ya no hay críticas ni a Scioli ni entre ellos.

 

Un Bruera por demás simpático, muy distinto al que públicamente se vio después de la trágica inundación que marcó la historia de La Plata para siempre, encabezó la recorrida de este viernes por la tarde, sobreactuando felicidad y cercanía con quien hasta hace pocas semanas se mostraba como su contracara.

 

Las diferencias entre ambos ya quedaron saldadas a la fuerza, por el contexto. El saintoutismo explicó que decidió apoyar a Bruera porque en la vereda de enfrente la amenaza del macrista Julio Garro es cada vez más fuerte. Fue una decisión desagradable para ella, teniendo en cuenta que siempre se mostraron opositores.

 

Este viernes fue como si nunca nada de eso hubiese pasado. "¡Vení rubia, ponete acá en el medio!", llamaba el intendente a su rival en las PASO para que se acercara y posara para las fotos junto a él. Siempre con muecas de alegría, besos y abrazos con los vecinos que se acercaban y pedían un recuerdo.

 

Claro, también estaban los otros: "¿Le puedo pedir los 2.500 pesos de la inundación que nunca me dio?", dijo una señora a la pasada, en voz baja, ignorada por todos.

 

"¿Podemos entrar acá? ¿Hablaste?", le preguntaba disimuladamente Bruera a su jefe de Gabinete, Santiago Martorelli, que metros más adelante hacía las gestiones con los dueños de los negocios para tantear la situación y analizar si el jefe comunal era bienvenido o no. Cuando el funcionario daba el ok, todos ingresaban y, con una alegría desmedida, hacían campaña saludando a quienes lo autorizaban. Así, desde la esquina de 12 y 55 hasta 60.

 

"Yo en La Plata tengo una profunda valoración de los compañeros, de Pablo, de Florencia, del conjunto de compañeros y compañeras que representan el proyecto nacional en esta ciudad", dijo Sabbatella, minimizando todos los ataques verbales que unos a otros se dijeron en un pasado cercano. Todo Nuevo Encuentro -con el ex intendente de Morón a la cabeza- fue muy crítico de la figura del gobernador Daniel Scioli, como así también Saintout de Bruera. Todo eso fue escondido debajo de la alfombra. 

 

Por eso, a la caza de los votos que hacen falta para consolidar los triunfos a nivel local, provincial y nacional, los tres dirigentes se mostraron unidos y aliados, como nunca antes. "Daniel Scioli y Carlos Zannini van a asumir la presidencia y vicepresidencia de la Nación para continuar por este rumbo que fundó Néstor y lidera la presidenta de la Nación", remarcó una y otra vez el candidato a vicegobernador en la fórmula que encabeza Aníbal.

 

Y para justificar las diferencias internas e incluso menospreciar a quienes se las recuerdan, el titular de la AFSCA hizo hincapié en que la candidatura presidencial de Scioli "no tiene que ser ni un problema, ni drama, ni trauma". "Daniel Scioli es nuestro candidato a presidente y Carlos Zannini nuestro candidato a vicepresidente", insistió con orgullo, atacando "a la derecha y su estrategia de presentar a esto como un problema; y es una novedad política positiva".

 

"Yo creo que Cristina no tiene que volver, porque no se va a ningún lado; va a seguir siendo la líder de nuestro movimiento político", continuó, dejando bien en claro: "Yo soy un soldado de Cristina, yo hago lo que ella quiera".

 

A Saintout también se la vio muy a gusto, caminando junto al intendente, que busca su tercer mandato consecutivo, charlando y posando junto a él para las fotos.

 

Al llegar a la avenida 60, y en el marco de un aplauso generalizado con algún que otro cantito kirchnerista de los militantes, el concejal Gabriel Bruera -hermano del intendente- le organizó la vuelta a Pablo: corrió hasta el auto de Sabbatella y le preguntó si había lugar. La respuesta fue positiva, entonces el jefe comunal se subió al asiento de atrás y de esta manera se despidió de todos, cerrando la jornada.

 

Javier Milei y Martín Llaryora durante la firma del Pacto de Mayo, el 9 de Julio, en Tucumán.
Jorge Macri, jefe de Gobierno porteño.

También te puede interesar