"No me llamó nunca y no tengo interés en que me llame" afirmó esta mañana el precandidato a la gobernación por el FpV, Aníbal Fernández, en referencia a su contrincante interno, Julián Domínguez.
Como todos los días, antes de las 7 horas, el jefe de Gabinete, le dedica varios minutos a la prensa acreditada en la Casa Rosada.
Y nuevamente, como sucede desde comienzo de semana, el funcionario K se refirió de manera crítica al titular de la Cámara Baja nacional, a quien señala como cómplice de las denuncias públicas realizadas en su contra, en el programa de TV PPT.
Esta tarde, en el Teatro Gran Rex, Fernández piensa cerrar su campaña electoral, acompañado por su compañero de fórmula, Martín Sabbatella.
No se espera la presencia del gobernador, Daniel Scioli, quien prefiere mantenerse al margen de la pelea interna bonaerense.
Este pasado martes, Scioli pegó el faltazo al cierre de Domínguez, desarrollado en La Plata, y prevé hacer lo propio con Fernández.
En contraste con la mayoría de los oficialistas, que se repudiaron el envío de canal 13, y apoyaron la figura de Fernández, el gobernador se mantuvo cauto en sus expresiones.
"Fue una movida política" dijo de manera mesurada. Y canceló cualquier encuentro con los contendientes, al menos en el plano de campaña.
En el oficialismo, la denuncia mediática, y la pelea interna que esto desató, encendió la luz de alerta. A nadie le conviene que se encienda la disputa del oficialismo bonaerense, porque solo genera evasión de votos.
De todas maneras, Fernández no ha bajado el perfil de la confrontación, y no se espera cautela en la actividad programada para este tarde, a partir de las 19 horas.
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