“Aunque guardo la íntima convicción de que no ha sido de su directa responsabilidad los hechos que son de dominio público, temo que su pasividad puede colocarlo en el triste lugar de cómplice” asegura Sergio Massa, en la carta que envió al gobernador de Buenos Aires, Daniel Scioli.
Se refiere a los hechos de violencia registrados en las elecciones del pasado domingo, en Tucumán. Antes de esa reflexión, Massa le propone una mesa de discusión de la reforma electoral, en la que participen todos los candidatos a la presidencia.
El tono protocolar aplicado por el diputado nacional, no es casual. Según refieren en su entorno, es la estrategia “adecuada” para ubicar sus propuestas en el marco de lo institucional.
En esa sintonía, Massa envió una misiva a los también presidenciables, Mauricio Macri de Cambiemos, Margarita Stolbizer de Progresistas, Adolfo Rodríguez Saa de Compromiso Federal, y Nicolás del Caño del Frente de Izquierda.
Las denuncias de fraude, registradas en Tucumán, y la posterior represión a los ciudadanos, que se habían movilizado hacia la Casa de Gobierno de esa provincia, incentivó la unidad mediática de toda la oposición.
Esa foto, que disparó la idea de la unidad electoral, es absolutamente descartada por el massismo. Casi como un dejavú de lo sucedido durante el cierre de listas, cuando el PRO y el FR, armaban y desarmaban una alianza partidaria, en esta ocasión, vuelven los rumores.
Esta mañana, Macri aseguro que efectivamente, “estamos trabajando en conjunto”, en alusión al candidato de UNA. El jefe porteño sabe que necesita los votos massistas, para derribar a Scioli en un eventual balotaje.
Pero desde el massismo la postura es diferente. Aseguran que Macri bajo varios puntos desde las PASO, y buscan apuntalar a Massa, para copar el segundo lugar.
Para el Frente Renovador, el voto que pueda perder el mandatario bonaerense, atosigado por varios sucesos negativos, lo tiene a Massa como destino.
De acuerdo a sus mediciones, el discurso formal, con propuestas, y alejado de la pelea partidaria, que esgrime el diputado nacional, le ha sumado algunos puntos.
Por eso, piensan seguir con el lenguaje “institucional”, y abandonar las chicanas políticas.
“Macri entendió por fin que al gobierno no se le puede ganar solo, por eso ahora nos busca, pero ya es tarde para acuerdos electorales” indican desde las usinas massistas.