Ni bien pisó suelo argentino, Daniel Scioli se desplazó a la Casa de Gobierno, en La Plata, donde brindó de urgencia una conferencia de prensa para calmar el malestar que su ausencia provocó.
El temporal que se había desatado desde el 6 de agosto en la provincia generó una fuerte inundación en la zona norte y centro, que se extendió luego al conurbano, ante la aparición de la sudestada.
Cuando Scioli llegó, el asunto había alcanzado rango de escándalo. El primer anuncio que hizo el mandatario fue declarar la emergencia hídrica en las zonas afectadas. Y redundar sobre algunas de las medidas que se habían indicado desde el comité de crisis, conformado por buena parte de su gabinete.
Pero hasta el viernes por la tarde, el decreto no se ha publicado, y ni siquiera se ha firmado. Desde el Ejecutivo indicaron que se está aguardando la información de los municipios comprendidos, con el detalle de cada barrio afectado.
El decreto abarcaría las exenciones impositivas en los impuestos inmobiliarios urbano y rural, ya anunciados, y la apertura de líneas de crédito especiales para los damnificados, entre otros beneficios.
Mientras, el gobernador se dedicó esta tarde a recorrer algunos de los distritos alcanzados por el agua. Lo hizo junto al Secretario de Seguridad, Sergio Berni.