Cristina Fernández de Kirchner criticó desde La Pampa a Martín Lousteau. Sin nombrarlo, habló por la polémica que en su momento desató la resolución 125 vinculada a las retenciones, cuando el ahora postulante a jefe de Gobierno porteño por ECO era ministro de Economía de la gestión K.
En el acto que encabezó la Jefe de Estado, consideró al candidato "un desagradecido" que pretende "dar algunas lecciones". "Cuando escuchaba a estos que nos querían dar algunas lecciones, sobre todo algunos que me costó sangre sudor y lágrimas", sostuvo, al referirse al debate del miércoles por la noche que protagonizó Lousteau con el resto de los candidatos porteños.
"Nos gusta la gente que se hace cargo de las cosas, de lo que hemos hecho mal y de lo que otros han hecho mal también", dijo y agregó que son unos "desagradecidos y que no quieren reconocer lo que se ha hecho", al recordar lo sucedido en 2008 con la ley 125 del campo.
Así, Lousteau salió al cruce y replicó no entender cómo "por una necesidad de cortísimo plazo" para "inflar a su candidato", en el distrito capitalino, Mariano Recalde, "cambia todo el discurso que ha tenido".
El postulante porteño argumentó que, siendo ministro de Economía, se propuso "resolver un problema de subsidios que se estaban desbordando". "Por una necesidad de cortísimo plazo, porque esta es una elección que se dirime en 9 días, para inflar a su candidato y bajar a otro, ¿la Presidenta cambia todo el discurso que ha tenido?", se preguntó en diálogo con radio Continental.
Para el joven economista, la mandataria "ha defendido la 125 en inauguraciones de sesiones (en el Congreso), en su primera conferencia de prensa, casi la única que hizo, después del voto no positivo y, hasta hace poco, decía que era un tema vital de redistribución e, incluso, que hoy las retenciones estarían más bajas".
Además, sostuvo que desde el kirchnerismo "no se están haciendo cargo de nada" y rememoró que solo una vez que él renunció a su cargo, "escaló el conflicto con el campo". "La 125 nació como respuesta a algo que iba a hacer (Guillermo) Moreno; tratamos de moderar eso y ni ahí resultó; como yo era el ministro soy responsable de eso, pero no puedo hacerme responsable del modo con el que se decidió tomar el conflicto".
Lousteau afiró que "nosotros queríamos resolver un problema de subsidios que se estaban desbordando y que nunca se corrigió, y que es parte de la fuente de inflación porque hoy uno de cada cinco pesos que se produce en la Argentina, termina en los subsidios a la Capital Federal y el conurbano".
"En ese momento eran 15 mil millones de pesos y hoy son 240 mil millones de pesos", alertó y sostuvo que "frente al núcleo de las cosas que le propuse a la Presidenta, la respuesta de Moreno fue: ¿para qué vamos a bajar los subsidios si podemos subir las retenciones porque la soja da para todo?". Así, disparó: "¿Y por qué no querían bajar los subsidios? Porque los subsidios lo manejaban (Ricardo) Jaime, (Julio) De Vido y Moreno".
“Chamuyo y globitos”
Por su parte, el secretario general del Gobierno porteño, Marcos Peña, le respondió a la Presidenta por sus dichos sobre gobernar un país con “chamuyo y globitos”.
"Coincidimos totalmente con la Presidenta, pero no sabemos si darnos por aludidos o si está proyectando lo que a veces le da culpa. Nosotros estamos tranquilos que venimos gestionando y demostrando resultados concretos", dijo el funcionario.
El armador del PRO, cruzó a los dirigentes kirchneristas que acusan al macrismo de ser "la vuelta a los '90", al señalar que “que el Frente para la Victoria, que lleva como candidato a Daniel Scioli, uno de los máximos referentes de la lealtad a Carlos Menem, nos acuse a nosotros de volver a los '90 es por lo menos raro".
Peña defendió el uso de cotillón para hacer campaña y destacó que le "llama la atención cómo se han transformando en un símbolo los globos, como si fueran una amenaza al sistema político".
"Los globos es también poder vincularse a partir de la alegría, de algo lindo y colorido, que despierta una sonrisa, que es la que escuchamos cuando los repartimos con nuestros voluntarios y nuestros militantes en las esquinas", expresó el diálogo con radio Milenium.
"Hay mucho discurso y mucho relato a nivel nacional, que hay que transformarlo a nivel gestión", dijo y agregó que desde el PRO están "acostumbrados, no solo al doble discurso del Gobierno, sino a la política como un drama, como una tristeza, como un conflicto permanente".