La relación de Eduardo “Wado” De Pedro y el juez Daniel Rafecas se inició cuando este último investigaba causas de lesa humanidad y se terminó de consolidar cuando el juez desestimó la denuncia del fallecido fiscal Alberto Nisman dos días antes de la apertura de la Asamblea Legislativa. Hoy, Rafecas tiene contacto directo a la oficina del secretario General de la Presidencia. En esa relación está la clave de la salida del general César Milani de la jefatura del Ejército.
Rafecas ya estaría en conocimiento de que los peritajes contables sobre el patrimonio de Milani darán un resultado estruendoso. El dicho dice que “el que avisa no traiciona” y Rafecas reforzó su alianza con el kirchnerismo cuando, al tanto del trabajo de los peritos contadores, le dio el mensaje a De Pedro. La recompensa llegará en breve cuando el Consejo de la Magistratura desestime una denuncia contra el hecho de que Rafecas no se excusó de una causa por defraudación protagonizada por su hermano director de cine.
En Comodoro Py circulan rumores y datos entre jueces que se mechan con informes de servicios de inteligencia. Se menciona, entre otras cosas, una reunión en un country del oeste bonaerense en el cual reapareció Héctor Icazuriaga. Allí, el ex jefe de la SIDE había mencionado un archivo abierto antes de la creación de la AFI en el cual se detallaban grandes extensiones de tierra del Ejército dedicadas al cultivo de la soja. También había preocupación por el ingreso al país de equipos para labores de inteligencia que también despertaban el interés de los espías.
El círculo que terminó de cerrar la suerte de Milani se desplegó con el accionar del fiscal Jorge Di Lello que tiene un vínculo estrecho con De Pedro. El fiscal imputó a Milani, ordeno más de 20 medidas de prueba y agitó el caso en los medios. Nunca hubiera llegado tan lejos sin dialogar con su compañero de asados, los fines de semana en Mercedes.
La cercanía de Rafecas al kirchnerismo se materializó incluso en el cierre de las listas el fin de semana pasado: quedó afuera de todo Amado Boudou (que dijo en pleno caso Ciccone que Rafecas hacía lobby para el estudio del entonces procurador Esteban Righi) y volvió al país Nilda Garré, cercana a Rafecas y que irá a Diputados tras una temporada como embajadora ante la OEA.
