Nadie discute la capacidad política de Mariano West. El intendente de Moreno tiene que sobreponerse a la presión de las agrupaciones ultrakirchneristas que obtuvieron la oportunidad de salir a jugar en un distrito popular y con un claro tinte peronista.
Walter Festa, titular de Anses y ex aliado de la gestión, es el que encabeza la lista que responde al diputado provincial José Ottavis. Su respaldo fue fundamental en los tiempos que se partió el bloque en el Concejo Deliberante, y desde el despacho de West salió una orden: aislar a los díscolos.
Desde 1995, cuando obtuvo un gran triunfo, maneja los hilos del distrito y se blindó para que ninguna otra fuerza intente entrometerse. Su paso por el Ministerio de Desarrollo Social, la Legislatura bonaerense y el Congreso no impidió que mantenga el poder.
Festa, quien tiene línea directa con la mesa chica del kirchnerismo, recibió sobre la hora del sábado la posibilidad de anotar su lista. “Va a ser una pelea dura”, le reconoció a Letra P. Sus palabras tienen justificación.
Cuando decidió empapelar el municipio, recibió la contraofensiva de un viejo conocido como José Luis Barreiro, que maneja el cuerpo legislativo y entiende muy bien las intensiones de “un viejo compañero” de militancia. “Sí tiene el estómago para no tener lealtades, de trabajar en contra del proyecto y de hacer una campaña atacando a otros, en lugar de proponer ideas, es su problema”, le decía West a este portal cuando llegaba a un pico de tensión.
Desde el municipio reconocen la capacidad “militante” de La Cámpora, pero mantienen confianza en la estructura que sostiene su armado hace más de dos décadas, aunque la principal desconfianza surge en las PASO. “En toda interna hay heridos”, reconocen los allegados.
Mientras tanto, el resto de las fuerzas quieren dar la nota. El Frente Renovador, que supo tener esperanza en otros tiempos, busca resolver sus rencillas entre Damián Contreras y Aníbal Asseff. En el sector de Progresistas, la unidad se decretó en toda la sección; y Lucas Franco será el precandidato a intendente.
El macrismo, lejano en peso, tiene a Leonardo Cóppola con el sueño de la tracción que les puede dar María Eugenia Vidal en agosto.