Las decisiones de Raúl Othacehé condicionan a los principales dirigentes de Merlo. Es así que Gustavo Menéndez, titular de la agrupación Grande Merlo, se mostró un ferviente militante del sciolismo antes de la vuelta al Frente para la Victoria del histórico intendente. Y esta vez, para intentar marcar una distancia, se respaldó en las agrupaciones ultra K para competir mano a mano por el municipio.
En una suerte de coalición, será la cara visible de un compacto espacio con bases cristinistas para seguir en la competencia a las PASO.
Kolina, Proyecto Nacional, el Movimiento Evita, Descamisados, La Néstor Kirchner, La Paco Urondo, Unidos para la Victoria, Evita Universal y los Oktubres se acoplaron al candidato que tiene un compacto bloque de ediles en el Concejo Deliberante merlense, y desde el 2013 –cuando fue en la boleta de Sergio Massa– se transformó en la cara visible de la oposición.
Pero todavía falta un detalle. Menéndez, entiende que la bendición de La Cámpora es necesaria y a eso se dedica a toda hora, aunque todavía no hay nada asegurado. La confianza, que desborda “al Tano” en cada aparición pública, también se captó en Nuevo Encuentro, que no arrojó la toalla y planta internas en algunos distritos del Gran Buenos Aires.
Como informó Letra P, por los municipios de Florencio Varela y San Vicente, el apellido del titular de la AFSCA está prohibido. Héctor Salatino (Varela) y Daniel Pérez (S. Vicente) son dos históricos dirigentes justicialistas que decidieron salir a jugar con Nuevo Encuentro en ambas comunas.
Otro dato a favor de Menéndez, que sumó también el apoyo de Morón, es la decisión que tomó la agrupación que digita Máximo Kirchner en varias secciones: disputarle el poder a los intendentes peronistas. “Vamos a dejar todo por esta campaña”, le dijo Menéndez a este portal.