Horacio Verbitsky disparó sobre Ricardo Lorenzetti y expresó que posee una “retórica empalagosa que ya realmente harta escuchar ese sonsonete hueco y donde revela su ignorancia de cosas fundamentales cuando plantea que lo de la Embajada de Israel es cosa juzgada”.
"Lorenzetti se manejaba con protección mediática para que su reelección no trascendiera", dijo el periodista de Página/12 y acusó que “como la situación de Fayt no da para más, prácticamente ya no sabe en qué día vive, no reconoce a sus colaboradores, entonces Lorenzetti necesitaba adelantar la reelección porque en cualquier momento se queda sin el voto de Fayt”.
“Fayt no puede hacer nada porque no tiene consciencia de la situación. Cuando yo publiqué la nota la semana pasada sobre esta falsedad ideológica, Lorenzetti estalló en furia y ordenó investigar cómo se había filtrado y después se dio cuenta que era ridículo si todo el mundo lo sabe”, dijo Verbitsky en diálogo con radio Del Plata.
Según el presidente del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), el presidente de la Corte Suprema “fue a Córdoba y le dijo a un diario del Grupo Clarín que ‘la función de los jueces es ponerle límites al Gobierno’ cosa que no está escrito en ningún lado. Los límites al Poder Ejecutivo y al Poder Judicial se los pone la Constitución”.
“Hay una coherencia conceptual, doctrinaria, entre sus dichos y sus hechos pero es hora que empecemos a reparar en esto porque hay un avance sobre la división de poderes muy marcado”, expuso el periodista.
Para el “perro”, “la Corte Suprema está en crisis, en emergencia, tiene cuatro miembros. Lorenzetti dijo en un reportaje que él aceptó la reelección por cuarta vez porque ninguno de los otros quería asumir la presidencia. La afirmación que él mismo había hecho de que con este número la Corte puede funcionar normalmente, si nadie quiere asumir la presidencia quiere decir que no puede funcionar normalmente, que tiene que ser cubierto el cargo de falta o tiene que tiene que ampliarse el número de miembros”.
“En esta coyuntura me parece que hay una situación de parálisis que requiere de alguna ingeniería institucional en la cual el Congreso debe decir una palabra y en la cual se impone una negociación política para rescatar uno de los poderes del Estado que está sumido en una crisis grave que se proyecta sobre el conjunto de la institucional argentina”, finalizó.