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Wado, De Vido y Othacehé: la rosca del retorno de un barón del Conurbano

El intendente de Merlo acordó su vuelta el viernes pasado. Pero pidió margen para hablar con Massa. Integró en la foto del regreso a De Vido, el mejor aval para las obras.

Aunque su pase al Frente Renovador fue de alto voltaje, Raúl Othacehé, nunca se mostró agresivo con sus ex aliados del FpV. De hecho, conservó su conocido bajo perfil mediático, y se mantuvo alejado de las movidas anti K pergeñadas por el massismo.

 

En esa línea se mantuvieron sus alfiles, como el caso del diputado provincial, Alfredo Antonucchio, quien se tomó unas sesiones de licencia antes de ubicarse en el bloque renovador.

 

El acuerdo PRO-UCR, con el reposicionamiento de Mauricio Macri, sumadas a las desinteligencias del joven jefe de Tigre, impulsaron el lento éxodo de los barones del gran Buenos Aires.

 

El pasado viernes, Othacehé se reunió con “Wado” De Pedro, en la Casa Rosada. No estaban solos, pero eran las figuras principales del encuentro. Cuentan que el tono fue afable, y el acuerdo muy razonable.

 

A nadie escapa que es De Pedro el mediador autorizado para sellar los retornos de los jefes comunales, y su cargo como apoderado del PJ, la lapicera necesaria para firmar la vuelta.

 

Sucede que, junto a Jorge Landau (el otro apoderado), De Pedro es el único capaz de asegurar la boleta oficial a los exiliados. También, quien puede cerrar la puerta a contrincantes internos.

 

Por eso, Othacehé, no dudó en apurar el acuerdo, pero esquivo la foto, y pidió un tiempo prudente para hacer el anuncio.

 

“Denme tiempo para hablar con Sergio” requirió el intendente, quien prefiere las formas antiguas para manejar estos procesos.

 

En el camino, hubo un acto de la policía local, con el gobernador Daniel Scioli, y el Ministro de Seguridad, Alejandro Granados. Pero según todos apuntan, fue de corte institucional, ya que el mandatario bonaerense, no fue el encargado de este operativo “retorno”.

 

Aunque, obviamente, Othacehé cuida ese vínculo, consciente del cargo y la candidatura presidencial del gobernador.

 

A diferencia de los demás intendentes, que volvieron al oficialismo, el barón de Merlo, se aseguró que esta vez, en la mesa que armaron en la Rosada, estuviera sentado también Julio De Vido.

 

Además de un viejo amigo, el ministro de Infraestructura representa, es el encargado de asegurar las obras necesarias al distrito.

 

“Con Wado se arregla lo político, pero con De Vido, la gestión municipal”, cuentan en reserva, desde el conurbano.

 

Florencio Randazzo, Juan Schiaretti y Julio Zamora, una foto celebrada en el Panal cordobes.
Tridente. El intendente de Santa Fe, Juan Pablo Poletti, con sus dos secretarios, Mastropaolo y Boscarol. 

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