El gobernador de Córdoba, José Manuel De la Sota, dio el primer paso en su estrategia electoral, al decretar la fecha de la elección local antes de las PASO a nivel federal.
En esta provincia las primarias no son obligatorias, por lo que cada Partido queda en libertad de convocarlas. La contienda electoral, fijada para el 5 de julio, queda entonces en el plano principal y De la Sota sabe que eso lo posicionará mejor en sus ansias presidenciales. El mandatario avala la fórmula de Juan Schiaretti (también ex gobernador) y Martín Llaryora.
“¿Quién es el hombre?”, es la consigna que en los últimos días se difundió por algunos medios y a través de afiches e inscripciones en la calle.
Se sabrá que “el hombre” es De la Sota y comenzará una campaña fuerte en las redes y medios de prensa. Al menos estas son las expectativas que muestran en su bunker de campaña, desde donde aseguran que las últimas encuestas ya lo ubican como el cuarto candidato, aunque con una intención de voto que está aún lejos del 10 por ciento.
En paralelo, el “gallego” profundizará sus visitas a los gobernadores y dirigentes de otras jurisdicciones, con la idea de sumar voluntades en su cruzada PJ anti K.
Aunque sabe que hoy está lejos de las expectativas electorales de Sergio Massa, apuesta a consolidar su figura. “El peronismo que no es kirchnerista todavía no tiene un líder, una figura”, aseguran desde su entorno. Y en esa carrera se alista el mandatario cordobés.
La posibilidad de compartir las PASO presidenciales con Massa es una variable que está en discusión, aunque no tendrá una definición inmediata. Ambos dirigentes no quieren ceder terreno en la disputa, por eso acordaron una suerte de tregua. En ese lapso, se encargarán de recorrer otras tierras peronistas para ver si pueden sumar voluntades.
De hecho, el massismo da a conocer los pasos de su jefe en pos de mostrar que el tigrense extiende su estructura más allá de Buenos Aires.