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La interna del PRO por la sucesión de Mauricio Macri en la Ciudad de Buenos Aires está que arde y cada semana sorprende con una situación más insólita que la anterior. Esta semana, se conoció que funcionarios del Gobierno porteño son intimados a “colaborar” en la campaña electoral del jefe de Gabinete y hombre elegido por el jefe de Gobierno para continuar la gestión: Horacio Rodríguez Larreta.
Según pudo saber este medio, el comando de campaña de Larreta se pone en contacto con personal del Gobierno de la Ciudad para obligarlos a hacer timbreos para el ex interventor del PAMI.
El timbreo es una de las actividades proselitistas favoritas del PRO en tiempos electorales. Durante 2013, los candidatos a legisladores porteños dedicaron buena parte de la campaña a recorrer los barrios del distrito para ponerse en contacto con los vecinos. Como el desafío de este año es mayor (se trata de una elección por el Poder Ejecutivo), los asesores de Larreta no tuvieron mejor idea que convocar a personal del Gobierno para que trabaje a favor de su líder, incluso exigiéndoles que lo hagan el fin de semana.
“Dijo que no podía y lo llamaron por teléfono para que dé explicaciones”, comentó una fuente del Gobierno porteño a Letra P. Un hombre que trabaja en el Ministerio de Desarrollo Social comunicó que por razones personales no iba a poder realizar las actividades de timbreado y desde el comando de campaña de Larreta le comunicaron que el lunes 6 de abril va a tener que dar explicaciones a su jefe.
Por si fuera poco, la misma fuente comentó a este portal que “no quiere decir que milita por Gabriela Michetti porque tiene miedo de que lo despidan o se la hagan pasar mal en el trabajo”.
La interna del PRO y los aprietes del larretismo trascienden las oficinas del Gobierno que controla y lidera Mauricio Macri desde el año 2007. La Legislatura porteña, pese a contar con escaso labor parlamentario por estos días, no está ajena al roce feroz y constante entre Michetti y Rodríguez Larreta.
Al igual que a los funcionarios y personal del Gobierno de la Ciudad, asesores e incluso diputados porteños del PRO sufren los aprietes y “recomendaciones” del larretismo. “Ahora que Mauricio marcó su apoyo explícito, Horacio está desenfrenado”, repiten los militantes PRO que recorren los pasillos del histórico edificio ubicado en Perú 160.
“Si no bancas a Horacio, te bajan toda la estructura del Ejecutivo”, comentan asustados. El temor se convirtió en realidad cuando despidieron a un asesor del diputado Juan Pablo Arenaza porque osó comentar que se “identifica” con Gabriela Michetti.
El comando de campaña de Larreta copó la Legislatura porteña sin pudor y, mediante aprietes, busca “convencer” a buena parte de la estructura del PRO a que apoye al ex interventor del PAMI. Concretamente, el colaborador tuvo que dejar de trabajar con Arenaza, que responde a Patricia Bullrich y admitió que apoya a Rodríguez Larreta, sólo porque estaba militando para la senadora Gabriela Michetti, la rival en la interna del jefe de Gabinete. Letra P se comunicó con asesores de Arenaza que negaron rotundamente la versión.
Es tal la situación, que ni los legisladores controlan sus despachos, ahora manejados por el larretismo.
En el PRO están azorados por los métodos “stalinistas” de Rodríguez Larreta y su comando de campaña, que no es más que el que trabaja para que Mauricio Macri sea presidente. Desde que Michetti insistió con competir en la Ciudad, la mesa chica del jefe de Gobierno porteño inclinó todos sus esfuerzos y recursos en beneficio de Larreta.
De ahí se desprende que el secretario de Gobierno, Marcos Peña, el asesor Jaime Durán Barba, el amigo personal de Macri y ministro sin cartera Nicolás “Nicky” Caputo, y el apoderado del PRO, José Torello, trabajen al mismo tiempo para colocar al ex presidente de Boca en el sillón de Rivadavia y a Rodríguez Larreta en el de Bolívar 1.
Lo curioso y controvertido es que el PRO, el partido que se presenta como lo nuevo y alimenta esa teoría autocalificándose como “la tercera vía”, realiza las mismas prácticas de la “vieja política” que tanto critica e incluso promete desterrar de la República Argentina.
Aprietes y dádivas, las claves de Larreta para consolidar el “cambio”
A pesar de presentarse insistentemente como “lo nuevo” en política y prometer el “cambio” en todos los terrenos de la administración pública, nacional y local, algunos dirigentes del PRO hacen uso de las históricas prácticas de la vieja política de las que tanto buscan diferenciarse.
El equipo de colaboradores de Rodríguez Larreta recorre el Parlamento porteño en busca de aumentar las adhesiones al jefe de Gabinete, aunque distan de ser amistosas. De todos modos, no sólo de aprietes vive el larretismo, también de dádivas. En las recorridas por los distintos barrios, el jefe de Gabinete regala pochoclos y helados de vainilla a los porteños.