“Borombombóm, borombombóm, Miguel del Sel, gobernador”, gritaba eufórico sobre el escenario el ganador de las elecciones primarias de Santa Fe, apenas conocidos los primeros resultados de los comicios. Bailaba al ritmo de la cumbia, pegaba saltos, abrazaba dirigentes, agradecía a unos y otros. “Estoy feliz, estoy emocionado”, repetía el humorista, abrazado a Mauricio Macri y aplaudido por Carlos Reutemann.
Cuatro años después de haber dado la sorpresa -y casi el batacazo- Miguel del Sel obtuvo 481.278 votos y se convirtió en el candidato más votado de las PASO satanfesinas, por encima del candidato socialista Miguel Lifschitz y también -aunque por un escaso margen- del Frente Progresista en su conjunto.
“Festejé con todo porque me sentía feliz. Pasé de los 15 puntos que saqué en las primarias de 2011 a 32 puntos en las del domingo. ¿Qué iba a hacer? Era un notición. Además estaba toda la gente que me acompaña, me imaginé a miles de personas fiscalizando, es formidable”, dice pocas horas después del triunfo, todavía en Rosario, donde celebró hasta la madrugada.
-Sobre el escenario también estuvo Reutemann, ¿se va a involucrar más en la segunda parte de la campaña?
-Ya habíamos estado juntos con “el Lole” en Santa Fe. Los dos vivimos ahí, estuve un par de veces en su casa. El otro día fue su cumpleaños, le mandé un mensajito y me lo respondió. Creo que ya hizo suficiente. Yo estoy en plena campaña, yendo de pueblo en pueblo, por ahí no es tan fácil que él se sume a todo.
-Pero la foto de ayer era necesaria.
-Pero ayer fue fantástico por lo que representa “el Lole” para mucha gente, por su transparencia, por la paz interior que tiene. Y dio una linda respuesta cuando dijo que cualquier ciudadano puede participar en política. Tal vez yo no lo he sabido decir. ¿Por qué solo me va a gobernar bien un abogado o un bioquímico? La política tiene mucho que ver con la persona, con los equipos que formás, qué pretendés. Yo estoy orgulloso de mi profesión, no es fácil el humor, hacer reír a tanta gente durante 30 años.
-¿No cree que se puede repetir el escenario de 2011, cuando el socialismo logró revertir los resultados de las PASO y ganó las generales?
-Esto no es de vida o muerte. La política es esto, hay que participar. Yo no juego con armas, no ataco a nadie. A mí me atacan todos. Dicen: “¿El payaso éste qué sabe? Es un chiste”. Se la agarran conmigo y yo los respeto a todos. Cuando los cruzo en algún lado los abrazo y los pongo incómodos. En la política no tengo enemigos. Creo que algunos – no todos- son personas de bien que se han involucrado para ayudar a la gente.
-En 2011 usted obtuvo 612 mil votos y Antonio Bonfatti, 674 mil, ¿de dónde pueden salir los votos que le faltan para llegar a esos números?
-Hay una alegría en una sociedad que se ha esperanzado con nosotros porque hemos mostrado equipos técnicos, hemos generado estas ganas de participar en gente que no se quería meter. Hubo gente que se dio cuenta de que hay que involucrarse, sino están siempre los mismos. Yo he tenido gestos muy buenos, que la gente valoró. Dije que si me metía en política no actuaba más y no actué más. Que para hacer campaña iba a renunciar a la banda de diputado y lo hice. Y no renuncia nadie, pero yo puedo vivir de otra cosa. También puedo seguir ayudando a Mauricio desde otro lugar y, si quiero, en un tiempo intentar de nuevo.
-Se refiere a si pierde la elección general.
-Claro, voy a seguir haciendo mi vida y cosas para que la realidad cambie. Yo soy un ciudadano que vive en Santa Fe y estoy preocupado por la gente. Porque nos matan, nos violan, nos matamos en las rutas, hay una miseria tremenda. Pero Dios me tocó para que diera este paso y me metiera a cambiar la realidad, no hay otra alternativa. Cuando le dije “sí” a Mauricio fue porque alguien me empujó y me dijo “metele para adelante”. No tenía necesidad, me terminé metiendo en algo donde no gano plata, me putean, me tengo que comer críticas de gente que no me conoce, de periodistas de Buenos Aires que nunca me dieron la mano ni cruzaron dos palabras conmigo. Se la agarran conmigo en vez de agarrársela con los que se han robado todo. Pero allá ellos, yo siempre hablo con la verdad. No le debo nada a nadie.
-De los votos que quedan vacantes, o de los votos de Omar Perotti, algunos serán de rechazo al socialismo pero otros intentarán evitar que el macrismo gane una provincia.
-Sí, claro. El kirchnerismo va a jugar por el socialismo, sin dudas. Pero mi estrategia no va a cambiar, va a seguir siendo recorrer y recorrer con mis equipos. Ése es mi fuerte.
-¿En qué medida cree que colaboró este triunfo con el proyecto presidencial de Macri?
-En realidad tiene que ver con una palabra que instaló Mauricio, o la gente, que es eso del cambio. La política son cuatro años y te vas a tu casa, hay que dar lo mejor que tenés porque te roba la vida esto, es una locura. Todos los días son problemas. Vas a un bar y te vas con cartitas de gente que te pide de todo. Yo vengo a estar cuatro años. Si me toca, voy a estar con un gran equipo de gente, los que más saben, que son los que me tienen que guiar. Y si no me toca, me voy a mi casa y ayudaré desde otro lado.