Viedma es un escenario clave de la pelea entre Miguel Ángel Pichetto y Alberto Weretilneck que bajó la lista de su partido para darle vía libre a la del actual intendente, José Luis Foulkes, que va por otro período con el apoyo tácito de Juntos Somos Río Negro. La candidatura de Juan Manuel Pichetto demuestra que su padre pone todo en una elección simbólica que podría darle el envión necesario para el 14 de junio. “Una victoria llama a otra victoria”, se animan a decir los armadores de Pichetto que todavía celebran la bendición de Julián Domínguez a sus dirigentes en el Hotel Austral.
Para bajarle el tono a la idea de que se metió en una contienda alegórica, hace hincapié en las “ideas” y en un equipo de “jóvenes interesados en cambiar la realidad”.
–¿Qué diferencia el proyecto que impulsa a la gestión de José Luis Foulkes?
–El recambio generacional. Hay mucha gente joven que quiere trabajar en nuestro espacio y eso es muy bueno. Necesitamos darle fuerza a un plan distinto que aumente la economía de la ciudad revitalizando el turismo, para darle vida al valle productivo que tiene a la ganadería como principal actividad. Si somos inteligentes, podríamos alimentar a dos millones de personas cuando se corra la barrera sanitaria del paralelo 42.
–¿Ese es el principal problema del Municipio?
–Le faltan actividades económicas que aumenten la matriz, que diversifiquen la oferta del sector público. Realmente son necesarias mejoras en la seguridad interna. Es fundamental que se generen actividades laborales y se piense una rezonificación que aumente la oferta de tierras porque en los últimos años se han desarrollado lotes muy caros.
–¿Es muy compleja la situación habitacional?
–Viedma tiene un déficit de 4 mil viviendas. El escaso acceso a la tierra complica la vida de las familias jóvenes, está demostrado en la política habitacional por eso hay que generar las condiciones para cambiar la realidad. A mí me tocó trabajar con Diego Bossio en el programa Pro.Cre.Ar (fue Director Ejecutivo) en las principales ciudades del país y el problema se repite.
–En algunos municipios los intendentes quedaron en problemas ¿Cómo es la situación en este distrito?
–Acá hay casos bastante parecidos. El que habilita la zona es el Concejo Deliberante con el Intendente, pero las políticas de la Unión Cívica Radical (UCR) de privilegiar lotes de 40 o 50 mil dólares en los últimos años es algo opuesto a lo que buscamos. Realmente intentamos dar una oferta más amplia, que llegue a cada uno de los vecinos.
–Las propuestas identifican el modelo que busca instalar pero ¿Cuánto es lo que se juega el 3 de mayo? Viedma es la capital y un municipio clave para el 14 de junio
–Es un enfrentamiento más entre el Partido Justicialista y la UCR. Viedma es una de las pocas capitales que le queda al radicalismo, y la verdad que es una gran oportunidad generacional porque hay dos proyectos en discusión. En Río Negro se hicieron grandes obras y en la ciudad se podrían haber hecho más.
–¿Habla con su padre sobre la campaña?
–Esto es una campaña con gente joven y experimentada, los que trabajan son de familia peronista. Por supuesto que se reciben consejos, y se toman en cuenta, pero la campaña la hicimos en soledad.
–Desde que Weretilneck bajó su candidato se especuló con un gran acuerdo para allanarle el camino a la UCR en la ciudad ¿Piensa lo mismo?
–El Gobernador no quiso participar al igual que en Cipolletti, su ciudad. La verdad que me parece muy extraño. En política hay que jugar, se puede ganar o perder, pero no te podés retirar. Lo más razonable hubiera sido que juegue con un candidato.
–¿Piensa que las negociaciones de los contratos hidrocarburíferos fueron positivas para Río Negro? ¿Cuánto le benefició a la capital provincial eso?
–Viedma sólo recibió 7 millones de pesos y están festejando por hacer 20 cuadras de asfalto. En la provincia hay que ver porque se debe utilizar el dinero en actividades que generen ingresos futuros.
–Fue parte del Gabinete provincial y también de un éxodo masivo de Ministros ¿Por qué se alejó?
–Me fui porque había diferencias políticas pero nunca tuve mala relación, sólo diferentes visiones.
–En la provincia hay varios intendentes jóvenes como Martín Soria o María Eugenia Martini ¿Cómo se lleva con ellos?
–Bien, pero también hay otros dirigentes como Javier Iud (San Antonio Oeste) o Renzo Tamburrini (Sierra Grande) que forman parte de la nueva generación que se instaló en Río Negro. Nosotros creemos que hay que hacer un debate de ideas o propuestas.
–¿El 14 de junio, cuando compita su padre, se juega algo más que un proyecto provincial?
–Ahí se juega una mirada distinta de la provincia pero la gente es la que va a elegir. En Viedma, el 3 de mayo, hay gente que plantea que el municipio debe ser una isla y nosotros no.