A horas de que empiece la discusión del planerio militante del massismo en la localidad de San Martín; Sergio Massa trata de calamar aguas. Para ello ya reunión a los precandidatos a gobernadores un día antes del encuentro oficial para no dejar celosos ni heridos y además asegurar la presencia de todos.
Es que Massa ya lo adelantó esta semana en La Plata. Está “hastiado” de operaciones mediáticas y políticas. Por ello dejó de mirar encuestas que no lo dan como favorito y viró su discurso a las “encuestas de la gente”, para combatir la inseguridad, la droga y la corrupción en “el país que viene”.
Sin embargo, en la Provincia de Buenos Aires, los precandidatos de su fuerza siguen codeándose para sacar ventaja en una pelea a la que “llegarán dos o tres” según creen los propios massistas. Hablan de las PASO.
Así Massa empezó a diagramar un plan. En ese esquema, el líder del FR y su círculo más cercano planea ir acomodando casilleros. Una alternativa es enviar a Felipe Solá en la lista. Claro que no como precandidato, a gobernador, sino a ocupar un lugar en el Parlasur. Esta semana el ex gobernador bajó tres actos y denunció que el ex Jefe de Gabinente, Alberto Fernández, lo presionaba nuevamente para baje su candidatura a favor de Darío Giustozzi.
En el medio Massa debe atender a las demandas de todos los candidatos y los espacios que integran el Frente Renovador. Con este contexto, el diputado nacional ponderará los pedidos “por antigüedad”. Esto es, escuchar a lo que fue el Grupo de los 8. Los intendentes que fueron el germen del Frente Renovador. Hoy quedan, José Eseverri, Joaquín De la Torre, Jesús Cariglino, Luis Acuña y Gilberto Alegre. No están ni Pablo Bruera ni Sandro Guzmán.
Además figuran los de la “primer ola migratoria”. Son aquellos dirigentes que llegaron para las elecciones del 2013. Allí se ubican, Mónica López y Darío Giustozzi. Una de las chances que hay para el tándem es que compartan fórmula. Massa advirtió en la semana que los candidatos deberían definir a sus vices y López no descartaría ir a pelearle la interna a De Narváez.
De Narváez está en el grupo de “los nuevos”. El diputado nacional llegó con la billetera cargada de ilusiones al Frente Renovador. Rápidamente se calzó el traje de candidato y empezó a operar en los intendentes que antes supieron trabajar para Darío Giustozzi, caso Joaquín De la Torre o Carlos Selva, de Mercedes.
Cariglino por su parte, pedirá que lo dejen competir o en el peor de los escenarios acompañar a un candidato que sea intendente. Los intendentes son “el espíritu” del Frente Renovador dicen quienes están desde el minuto cero acompañando a Massa.