El pasado domingo a la madrugada se fugaron tres peligrosos condenados, del penal de máxima seguridad de General Rodríguez.
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El pasado domingo a la madrugada se fugaron tres peligrosos condenados, del penal de máxima seguridad de General Rodríguez.
Desde ese momento, y hasta la fecha, la gobernadora, María Eugenia Vidal, no emitió palabra sobre lo sucedido. Y dejó en su lugar, como vocero al Ministro de Seguridad, Cristian Ritondo. El funcionario, anunció los cambios en la cúpula del Servicio Penitenciario Bonaerense (una suerte de reciclado y aceptación de viejas renuncias), ofertó 2 millones de recompensa, para quien aporte información fehaciente sobre los prófugos, y dispuso seguridad para los familiares de las víctimas de los asesinatos.
Pero el caso, que marcó una evidente connivencia entre el Penitenciario y la mafia de la efedrina, y dejó en evidencia las demoras de la mandataria la momento de ordenar la estructura penitenciaria, la obligó a finalmente a salir de su letargo.
Tras reunirse con Ritondo, la gobernadora decidió convocar a una conferencia de prensa, en la Casa de Gobierno, en La Plata, a partir de las 16 horas.
Se espera que ofrezca la versión oficial sobre la fuga, que redunde en las medidas adoptadas, y que detalle como será el nuevo plan de trabajo para el Penitenciario.
Este lunes, por la mañana, asumió como nuevo titular del Organismo, Fernando Díaz, quien oficiaba de segundo en el Servicio.
En tanto se sigue buscando a los hermanos Martín y Cristian Lanatta, y a Gabriel Schiallaci, que habían sido condenados por el triple crimen de General Rodríguez, ocurrido en 2008.
Martín Lanatta, cobró notoriedad este año, cuando en el programa de televisión “PPT”, denunció al entonces candidato a la gobernación por el FpV, Aníbal Fernández, de tener vínculos con el tráfico de efedrina.
Tras perder la elección provincial, Fernández acusó al programa y a Lanatta, de haber montado una campaña sucia en su contra.
Se espera que Vidal, ganadora de esa contienda, se exprese al respecto, ya que desde el kirchnerismo se acusa una suerte de “devolución de favores” hacia el condenado, por haber “perjudicar” al candidato K.