La nueva relación de fuerzas

Massa ya negocia el apoyo legislativo a PRO a cambio de colar propuestas propias

Cambiemos deberá tomar parte de la agenda massista para que el FR aporte sus votos en el Congreso nacional y en la Legislatura bonaerense. La estrategia: presentarse como una oposición conciliadora.

Sergio Massa tiene una estrategia: transformarse, a partir del Frente Renovador y desde el ámbito parlamentario, en el garante de la gobernabilidad del presidente electo, Mauricio Macri. Sabe que Cambiemos necesitará de sus votos para que sus proyectos tengan chances de avanzar en el Congreso y en la Legislatura bonaerense. A cambio, negociará mechar en esa agenda parte del abanico de propuestas que llevó adelante en su campaña 2015.

 

Lo que creen en el massismo es que la mejor manera de instalarse como primera opción política en 2016 es jugar a la “proposición” y no a la “oposición”. Dicen que la gente está cansada de la dualidad “kirchnerismo-oposición” que existe hace más de diez años y que, con la mira en 2017 y 2019, es crecer como un contrapeso “serio” y “no conflictivo”. Esto se traduce en: negociar apoyo a iniciativas de Cambiemos, que serán pagadas con la introducción en la agenda nacional de propuestas massistas.

 

“No estamos obligados a votar nada que sea contra la gente, pero sí a acompañar todas las cosas que tengan que ver con la gestión. La estrategia del armado del gobierno es algo que tenemos que acompañar”, explicó a Letra P un influyente miembro del bloque del FR en Diputados.

 

A apenas horas del triunfo de Macri en el ballotage, ya hay varios ejemplos para mostrar cómo se va aceitando ese funcionamiento.

 

Este lunes hubo una reunión en el despacho de Mario Negri, presidente del bloque de la UCR en la Cámara baja. Participaron otros dos referentes de Cambiemos, Patricia Bullrich (PRO) y Fernando Sánchez (Coalición Cívica). La cuarta integrante de esa mesa fue Graciela Camaño, virtual jefa de campaña de Massa y, muy posiblemente, futura jefa del bloque massista. De allí salió el pedido al presidente del cuerpo, Julián Domínguez, de congelar la agenda parlamentaria. Pero en esa mesa también se charlaron otros temas, como la posibilidad de empezar a coordinar un temario conjunto. Camaño propuso delinear un nuevo sistema electoral. Si avanzara, Massa saldrá urgente a apropiarse del plan.

 

Por otro lado, el macrismo ya baraja la chance de convocar a sesiones extraordinarias en enero. Allí buscarán derogar el memorándum de entendimiento con Irán por la causa AMIA, pero también intentarán poner fin a la famosa cuarta categoría del Impuesto a las Ganancias, un tema que prácticamente Macri no tomó en su campaña pero que fue un eje central en la de Massa. Otro punto que se asignaría como una victoria personal el ex jefe de Gabinete.

 

Esto tiene su correlato bonaerense. En la provincia de Buenos Aires, el FR está dispuesto a facilitar la sanción del Presupuesto y de la reforma de ministerios con los que deberá asumir la gobernadora electa, María Eugenia Vidal, si Cambiemos incluye otros dos caballitos de batalla de Massa: el fin de las reelecciones indefinidas para intendentes y el “gobierno digital y abierto”, para mejorar la transparencia de la gestión.

 

Para desarrollar esta serie de contrapropuestas con las cuales negociar es que Massa creó su primer “think-tank”, que integrarán, por áreas, Daniel Arroyo (Política), Gustavo Iaies (Educación), Aldo Pignanelli (Economía) y Diego Gorgal (Seguridad). Dos de ellos, Arroyo y Iaies, todavía tienen chances incluso de mecharse en el armado de los gabinetes del macrismo a nivel nacional y bonaerense, aunque por ahora esa opción sigue lejana.

 

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