El camino que manejan en el Ejecutivo bonaerense es una salida “pacífica”. Sin embargo advirtieron que los que están ocupando las casas del plan federal de vivienda “se tiene que retirar” y por eso la gobernación imagina una expropiación como la mejor salida.
“La idea es abrir dos caminos, tenemos la posibilidad de ver los titulares, una charla con ellos. Abrir una instancia de diálogo”, explicó este miércoles el subsecretario de Urbanismo Social, Ricardo Spaletti, quien agregó que “el otro camino -que también estamos analizando con los legisladores- es la posibilidad de declarar la utilidad pública de los terrenos y después iniciar el proceso de expropiación”.
Sin embargo esa expropiación debería votarse inmediatamente. Sucede que no le dan los tiempos legislativos; tanto en el Senado bonaerense como en Diputados no habrá sesiones hasta el ballotage; y el 10 de diciembre cambia la composición de ambas Cámara y hasta habrá una nueva gobernadora como María Eugenia Vidal. Spaletti también dijo que “pedimos que se retiren del lugar para hacer todo el proyecto urbanístico”.
Pero los ocupantes ya avisaron no se irán. Uno de los antecedentes más cercanos fue la expropiación que realizó el gobierno provincial con un predio ocupado en la localidad de Abasto, partido de La Plata.
Allí, para la foto, había sido el vicegobernador Gabriel Mariotto junto al kirchnerismo más duro quienes se pusieron a la cabeza el operativo de la solución. Con una orden de desalojo en mano, la Infantería se preparaba para proceder, entonces el número 2 del Ejecutivo se hizo presente para frenarlo y garantizar que no habría violencia, pero a la madrugada del otro día la policía avanzó.
Esta vez para contener el mal estar y el reclamo de tierra y vivienda de los ocupantes en Merlo, el gobierno bonaerense salió a correr la versión de una expropiación. Las expropiaciones tienen que ser mediante la sanción de la legislatura y además la firma del gobernador.