Política

"Con la ley de barras de Scioli, hoy el Panadero estaría preso, pero Macri la cajoneó"

En un mano a mano con Letra P, el secretario de Deportes bonaerense, Alejandro Rodríguez, volvió a reclamarle al Congreso que tipifique el delito de barrabrava. Su pelea con Patricia Bullrich.

¿Por qué volvieron los hinchas visitantes al fútbol?

 

Para poder hablar de la vuelta del público visitante hay que retrotraerse al momento en que se tomó la decisión de suspenderlo. Hace tres años se tomó esa decisión por un tema de seguridad pública: era una afectación de policías a los operativos y traslados tan desmesurada que lo que hacía era poner en peligro la seguridad pública. En ese entonces, el turno policial se cubría 14 mil policías, de los cuales 9 mil iban al fútbol. Con el resto había que cubrir las necesidades de toda la provincia entera, con 16 millones de habitantes que no van todos al fútbol. Scioli defendió el derecho a la vida por el derecho de ir a ver fútbol. Fue una decisión antipática, odiosa, antipopular, y demás, pero uno tiene que gobernar y tener responsabilidad. Daniel me pidió opinión en el verano pasado y mi propuesta fue esperar a que pase el receso de la Copa América y en el segundo semestre poder arrancar de manera paulatina y progresiva. Después se corrió la fecha, porque estaba la fecha de todos los clásicos juntos –una situación increíble, todos los clásicos juntos con todos los públicos-. La provincia de Buenos Aires es la más compleja, acá tenemos de 40 a 60 partidos por fecha…

 

Por su amistad con el gobernador y el impulso y apoyo que busca para ser presidente de la AFA ¿Marcelo Tinelli tuvo algo que ver en esta decisión?

 

Yo presencié la reunión entre Scioli y Luis Segura, en enero, en el Hotel Hermitage de Mar del Plata. Ahí surgió… es tan burrada lo que dice Macri, eso de que se trata de una decisión electoralista… porque ¿vos te creés que esta decisión la tomás en el medio de la campaña y la instrumentás en 10 días? No es así. A ver, Tinelli, como cualquier persona que mamó el fútbol en la Argentina, va a querer que el fútbol se normalice, y el fútbol normalizado es con dos públicos. A mí no me consta que haya habido una charla entre Tinelli y Scioli.

 

¿La idea es mantener un partido por fecha con visitantes de acá a fin del torneo? ¿Y después?

 

Sí. Esa es la idea. Lo que pasa es que van a pasar tantas cosas en el medio… va a haber otro presidente, así que imaginate. Pero yo entiendo que funcionando como vienen hasta ahora las cosas y con el pulmón que significa el verano –me refiero a que se van a jugar los torneos habituales con dos públicos-, probablemente se avance algún casillero más, sobre todo con los saldos positivos que están dejando cada una de las experiencias, que no son pruebas piloto.

 

Usted insistió durante varios meses para que el Congreso apruebe una ley que tipifique el delito de barrabrava ¿Qué pasó con eso?

 

Tenemos dos temas: uno es el de la manta corta, de tener muchos policías afectados que no alcanzan, y otro es el de la puerta giratoria, que eso ya es un tema de la justicia –es decir, que no había una herramienta que penara y estuviese tipificado el accionar delictivo de los barras-. Yo quiero especificidad por la misma causa que en otro momento se especificó el delito de narcotráfico, de trata de personas, y demás. La sociedad debe aggiornarse conforme va mutando el delito. Lo que subyace debajo del tema de los barras es la impunidad; los barras saben que no van a terminar presos. Yo no estoy diciendo que cuando vos tipificás un delito, se termina el delito, porque si no se hubiesen terminado los ladrones cuando se tipificó el delito de robo. Pero el ladrón sabe que sale a robar y que en caso de ser detenido va a tener una pena. En la cuestión de los barras -excepto que haya por ejemplo un homicidio, obviamente-, son todas contravenciones que te permiten la recuperación prácticamente inmediata de la libertad.

 

¿Por qué no es ley aún?

 

Hubo una discusión muy tardía, después de una citación que me hizo Patricia Bullrich -11 meses después de la presentación de nuestro proyecto-. Nosotros lo hicimos y diseñamos, y el que lo presentó fue el entonces diputado nacional Martín Insaurralde, el 28 de abril de 2014. Yo fui citado en febrero de 2015. Entre esas dos fechas pasaron 11 meses y 3 mil operativos policiales. Yo ahora la veo a Patricia Bullrich -que es nuevamente candidata del PRO- deambular por todos los sets de televisión con esa preocupación enorme por el tema de la inseguridad, y ella como presidenta de la Comisión de Legislación Penal en Diputados no pelea por conseguir los consensos; o bien que diga públicamente “no estamos de acuerdo porque esto no corresponde”. Ella nunca manifestó eso en la Comisión.

 

Al momento de la presentación fue Diana Conti la que frenó el proyecto, hablando de “estigmatización”, una diputada que paradójicamente es de su mismo partido…

 

En la Comisión se plantearon dos miradas diferentes respecto a que las conductas delictivas de los barras están contempladas en el Código Penal, pero no están englobadas dentro de una conducta delictiva específica. Sí, se habló de estigmatización, y nada que ver. No tiene nada de malo que un hincha vaya con los colores de su club, banderas, y ni mira el partido, de espaldas, arengando; pero ahora, si ese tipo se baja, se mete en un estacionamiento y aprieta a los jugadores o a los dirigentes, o están metidos en los pases de los jugadores, o tienen la concesión de la confitería del club… ahí entra en vigencia lo que nosotros proponemos: pertenencia más comisión de delito. Con esta ley, por ejemplo, el Panadero estaba preso. Porque nosotros le hubiéramos dado a la Justicia una herramienta eficaz, pero Macri la cajoneó en el Congreso, en la Comisión que encabeza Bullrich.

 

No quiero decir por ejemplo que Scioli y Rodríguez van a meter preso al Panadero. Quiere decir que, en todo caso, Scioli tuvo el coraje político de crear una herramienta y mandarla al Congreso para permitirle a la Justicia varias cosas: primero, garantizar actuaciones judiciales justas, con todo el derecho a defensa, con todas las garantías judiciales y procesales; segundo, darle la posibilidad al fiscal de presentar todas las pruebas habidas y por haber –cámaras de seguridad de adentro del estadio, de afuera, y más-; y tercero, recién después de todo eso, tomar la decisión sabiendo que se tiene una herramienta. Ahora ¿Dónde está este pibe (el Panadero)? Pudo haber creado un Cromañón. Para mí, no hay justificación posible. Yo te garantizo que si van presos tres pesados, y si esos pesados cuando caen presos cuentan quién los financia, y entonces también va preso el dirigente deportivo, el dirigente sindical y/o político que es responsable del financiamiento, listo.

 

Teniendo en cuenta que después fue Sergio Berni el que tomó la posta de la elaboración de un nuevo proyecto ¿En qué instancia está entonces hoy?

 

La verdad que no sé. Hay un momento en que ya deben hacerse responsables. Lo que correspondía que haga Scioli –resolver el tema “manta corta”- ya está resuelto, incluso nada lo obligaba a que haga un paso más y presente el proyecto, pero fue y lo hizo; ahora trátenlo, trabajen, convoquen… En el medio hubo 3.800 operativos, mientras seguimos discutiendo. A mí no me puede contestar Patricia Bullrich que ella convoca y no vamos. No, no; ella es la presidenta de la Comisión. Yo no le tengo que explicar a Patricia Bullrich –que hace décadas está ahí-, que cuando uno quiere tratar una ley va y golpea los despachos, convoca. Y si no poné en offside a los que no van: que convoque y que diga quiénes son y por qué no van. Esto es dilación y desconocimiento del tema.

 

Yo la escuché a Patricia Bullrich decir que nosotros teníamos un problema en el bloque. Y nosotros no teníamos ningún problema en el bloque. Había disputas con diferentes visiones, pero todos queriendo abordar a un mismo fin. Apuntó a Insaurralde y después a Diana Conti, quien 48 horas después se arrepintió de lo que nos dijo. Con Alberto Pérez, Diana Conti, Ricardo Casal, Carlos Kunkel, consensuamos otro modo, en donde se llegó a la conclusión que por Código Penal –que era la modificación que nosotros habíamos planteado- era muy difícil, pero que se iba a hacer una ley complementaria en donde iban a estar contemplados los 2 artículos. Después de eso, yo tuve que hacer un montón de operativos, administrar este estadio, organizar los juegos para 1 millón de pibes…

 

¿Qué dice el resto de los partidos?

 

¿Sabés lo que veo enfrente? Veo al PRO, que tiene un jefe de Gobierno que fue 10 años presidente de Boca, que dejó a un presidente que es un delfín de él (Daniel Angelici), y que no pueden resolver la interna de un solo club, con una Policía Metropolitana de 5 mil efectivos. Y después hablan de decisiones electoralistas: nosotros tenemos 50 partidos por fines de semana. Yo no sé si es desconocimiento, si hay mala intención, o todo junto… Yo quiero ir a la cancha a ver a mi club y tener garantizado que voy y vuelvo. Aparte, quiero ir con mi señora, con mi hijo, con mi novia, etc. Es lo que queremos todos, la gran mayoría. Hoy en día los barras tendrían que estar en la situación, desde el punto de vista de la coyuntura, de máxima debilidad. Porque antes al barra se le guardaba lugar en la tribuna, se lo aplaudía cuando llegaba… hoy la gente está harta, está podrida.

 

Por todas las cosas que pasan y los problemas de raíz que no se resuelven, muchas veces da la sensación de que la solución es imposible.

 

Hoy hay dirigentes que toda la vida los combatieron, teniendo los atributos que hay que tener. Otros que nunca los combatieron, pero que ya se dieron cuenta que son incontrolables, entonces están a favor. Hay una decisión política de la máxima autoridad de la provincia y que va a ser presidente en diciembre. Hay hartazgo social… vos vas a la cancha y ves a los tipos custodiados con motos y demás. ¿Sabés cómo son los operativos en Mar del Plata para que se pueda jugar con dos públicos? A mí me gusta contarlo para que la gente sepa: había un acantonamiento –como en la Segunda Guerra Mundial- en Camet para Independiente, y otro en Chapadmalal para Racing –lo mismo para River, Boca, Estudiantes, Gimnasia-. Entonces, 35 kilómetros de pulmón, playas cerradas para ellos solos –el tipo que alquiló y que baja a esa playa, esos dos días mejor que ni vaya-, y un operativo que implicaba Policía Federal, Prefectura y Policía Bonaerense. Imaginate hacer eso por 50 partidos. Si esta decisión se sostiene para siempre, listo, ya está, ganaron los violentos, se quedaron con los clubes, el fútbol, la gente no va más, verán un ratito del partido hasta tanto a alguno se le ocurra tirar un gas pimienta, bomba de estruendo, invada la cancha, y nos quedamos sin fútbol.

 

Yo lo que hago es un llamamiento a la responsabilidad de algunos dirigentes políticos. A ver, yo tuve un debate con Diego Santilli –flamante vice jefe de Gobierno porteño electo- y con Felipe Solá –candidato a gobernador-. Solá hablaba de historia, del CoProSeDe, que a él no le gustaba y demás; bueno, el que lo disolvió es Scioli. También decía que “deberían haber puesto un hombre de confianza”; bueno, yo conozco a Scioli hace 15 años; “pero no depende de vos”, me dijo; le dije que está mal informado, depende de mí. Y Santilli salió con un proyecto de Ritondo –que inundó la Legislatura con barras de Chicago-, que habla de los trapitos. Es un insulto a la inteligencia. A ver, yo no quiero que proliferen los trapitos, pero tampoco me la quiero agarrar con el eslabón más débil de la cadena. No los defiendo, pero vos no podés empezar a pelear contra un dragón por la cola, tenés que apuntarle a la cabeza. Los trapitos reportan a los barras, toda esa plata negra va a la caja de los barras. Empezá por las barras y después va a haber un efecto dominó. Hay que tipificar el delito de barrabrava y también la reventa de entradas.

 

¿Y qué va a pasar si Scioli es presidente?

 

Yo tengo la expectativa de que a partir del 10 de diciembre tengamos una fuerza política más contundente para que se tome conciencia de esto. Insisto, se tipificaron otros tipos de delitos porque los delitos mutan. Vos calculá que el Código Penal argentino es de 1921, o sea, faltaban 9 años para que el fútbol se profesionalice. Vos ves aquellas fotos de época y aparecen los tipos con sombrero, traje, las mujeres con capellina y entonces digo ¿qué ibas a legislar ahí? Entonces, se trata de una conducta delictiva que arrancó hace décadas y que hoy se fue de las manos.

 

¿Cuál es el balance de su gestión al frente de la Secretaría de Deportes?

 

Tengo mucha nostalgia, cuesta mucho soltar la Secretaría de Deportes. Creo haberle cumplido a Scioli. Tengo la satisfacción de que en la última edición de los Juegos, Daniel vino y manifestó su beneplácito con la política deportiva en la Provincia, y no lo hago personal, de hecho él dijo “Alejandro Rodríguez y su equipo”. En esta provincia inmensa es complejo armar programas de políticas públicas de lo que sea: deportes, salud, cultura, seguridad, y demás, porque las realidades de los centros urbanos respecto de los rurales son distintas. A Daniel lo escuché también decir que quiere federalizar algunas cuestiones que se hicieron en la Provincia. Sin la intervención estatal los pibes en los Juegos no tendrían participación deportiva, porque son pibes que pertenecen a una condición social que no tiene acceso a la cuota de un club privado. Y como nosotros entendemos que el deporte es un derecho, con el estándar igualado al laburo, al acceso a la cultura, yo me comprometí a eso, y así triplicamos la cantidad de participantes en los Juegos. Ahí estamos conformes, sentimos que el saldo es positivo.

 

Por otro lado le dimos un valor agregado, en donde por ejemplo antes los Juegos tenían una instancia municipal en donde por ahí se jugaban dos partidos y quedabas eliminado, es decir, los Juegos para esos chicos duraban dos partidos. Y terminaba en una final, que hace muchos años era un viaje a Europa, pero yo no veía contenido, no veía qué le quedaba a los pibes, había que hacer algo más. El deporte tiene muchas aristas y para mí es un gran visibilizador, por eso incluimos a Estela de Carlotto y los Derechos Humanos, por ejemplo. Ella lo aceptó y Scioli quiso que sea madrina vitalicia por siempre de estos Juegos.

 

Esos pibes se vuelven a sus municipios con algo más, se transforman en receptores de los valores que queremos transmitir: que hay que respetar el reglamento, jueces, jurado, que hay que hacer amigos, que hay que disfrutar, que representás al municipio las 24 horas del día, cuando jugás y cuando vas al restaurante a comer, cuando tu delegación va caminando por la calle, y demás. Eso con respecto a la nave insignia que son los Juegos; después hubo muchos otros programas, como el Deporte por la Identidad, Deporte y Discapacidad, Deporte por Penales, temas de género, más de 400 clínicas deportivas: que un pibe del interior de la Provincia se meta en una pileta a nadar con Meolans no te lo patrocina ningún sponsor privado. Ahora por ejemplo, el acontecimiento más importante deportivamente hablando es el Mundial de Rugby, fijate cuántos bonaerenses hay en la lista… la Provincia es la locomotora electoral y deportiva también; a mí no me cabía en la cabeza que la provincia de Buenos Aires no se constituyera en el epicentro más importante en lo deportivo.

 

Nuestra primera gran apuesta fue el Preolímpico de Básquet; y aún seguimos liderando el ranking de la mejor organización de los preolímpicos, dicho por FIBA. Allí hubo 15 jugadores de la NBA en cancha y pareció todo guionado, ganamos la final y clasificamos a las Olimpíadas. Ese fue un evento que nos puso a prueba como equipo para organización, que tuvo sinergia con Nación, porque fuimos a buscar el evento a Puerto Rico, en donde Mar del Plata compitió con Río de Janeiro y Toronto. Deportiva y económicamente tuvo un saldo tremendo. Eso nos hizo recuperar la autoestima.

 

A partir de ahí, Scioli me confiere el honor de tener el Estadio Ciudad de La Plata –todos sabemos lo que es el estadio para Scioli, me dio la joya de su abuela para que yo se la cuide-, con lo cual es una enorme responsabilidad. Este estadio no tiene límites, no te pone límites de infraestructura; el límite es tu capacidad de gestión: quisimos que se juegue Los Pumas – All Blacks, los partidos más picantes del fútbol argentino, que corra el TC, que toquen U2, Pearl Jam, y se pudo. La gente venía a La Plata a la Catedral, la República de los Niños, y demás, y en el circuito turístico ahora está el estadio, y tenemos visitas guiadas todos los días, lo pusimos muy en valor. Mientras Macri gasta 7 millones de pesos en traer a Usain Bolt para hacerlo correr contra el Metrobus, Scioli invierte todo el presupuesto de la Secretaría de Deportes al deporte social, y cuando hay que hacer una inversión para los otros espectáculos, eso va por otro organismo, como Lotería, Banco Provincia, Arba, etc., no tenemos miedo a que el privado se incorpore. Así por ejemplo pensamos al Fútbol para Todos en adelante, sobre todo en el tema de la producción puede haber una inversión privada que enriquezca y amplíe.

 

¿Cuál va a ser su futuro después de diciembre?

 

Yo tengo mi historia vinculada a la gestión deportiva, pero no soy un hombre que accedió por logros deportivos, sino por política. Me formé durante 15 años, fui coordinador de un programa de clubes de barrio –que es por donde lo conozco a Scioli; me lo presentó Rodolfo Valenta, actual director de la Casa de la Provincia-, siempre tuvimos la misma visión con Daniel y a partir de ahí comenzó una relación con él. Yo después de ser coordinador fui director –el rango que tenía en el gobierno de la Ciudad de entonces-, luego me convocó Néstor Kirchner a trabajar como subsecretario de Morresi en Nación y después la gran oportunidad que me dio Scioli cuando me convoca acá. Yo creo que en cuanto a experiencia, fue muy rica la de la ciudad de Buenos Aires, fue muy rica la de Nación, pero la de la Provincia fue un máster.

 

Tengo la experiencia de formar equipos en la cosa pública; Scioli es el técnico y para hacer una metáfora deportiva, yo le juego donde él me pida. Si me preguntás dónde me gusta… yo soy enganche –o era-, pero me pone de 4 y yo voy y le como los pies al rival. Hay que ver qué quiere hacer y para eso falta mucho. En este momento, en mi condición de militante político yo tengo que colaborar para que cada voto vaya para Scioli presidente. Después se verá. Yo nunca pedí un cargo, la única vez fue hace 1 año y medio atrás cuando le pedí a Daniel y a Alberto Pérez el área de Juventud. Ahora es tiempo de estar a disposición y ya. Yo empecé a militar a los 14 años, ahora tengo 53; estar al lado hace tanto tiempo de un tipo que va a ser presidente es un privilegio para muy poquitos. Yo lo voy a acompañar, no sé desde dónde, de eso no tengas dudas.

 

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