Sociedad

Mujeres en lucha y el miedo de la prensa conservadora salteña

Por Germán Krüger.- “Un terrible temporal se está preparando para caer sobre nosotros”, pronostica un diario online salteño ante la llegada del Encuentro Nacional de Mujeres. El conservadurismo, una vez más, se escandaliza con su mejor visión apocalíptica.

En su edición número 29, el Encuentro reunirá a más de 25 mil mujeres durante los días 11, 12 y 13 de octubre. Como todos los años, la discusión de género llenará las calles con consignas sobre la igualdad, el derecho al aborto, la comunidad trans, la explotación y la trata de personas, entre otras.

 

Antes de la llegada de estas féminas, el portal El Intransigente advirtió a la población que, “respetuosamente”, deberán “alertar e impedir algo que no sólo implica el riesgo de daños materiales -aún en nuestro patrimonio artístico e histórico- sino que afectará un bien incomparablemente más precioso: la familia”.

 

Para ese medio digital local (que tuvo su primera edición impresa allá por 1920 y la última en 1981), la “disolución de la familia” es el principal objetivo de las mujeres combativas que se reúnen para unirse en la lucha contra el patriarcado y la represión machista.

 

Además, “la distorsión del concepto de salud para justificar la anticoncepción y el aborto, y la ‘educación sexual’ amoral, igualitaria y pro-homosexualidad”, forman parte de la ideología de quienes arribarán a Salta que consideran a “la familia según Dios la hizo como fuente de todos los males”, según el periódico.

 

“Quieren imponer la concepción atea, hedonista y falsa de que la finalidad del cuerpo es el goce ilimitado, sin obligaciones ante Dios Creador y sumo Legislador, ni ante el prójimo, aunque se trate del propio niño en gestación, presentado como una carga a eliminar después del momento de placer (¡!)”, se escandaliza el diario online más leído de esa provincia.

 

En tiempos de cambios, con sociedades dispuestas a abrazar la diversidad y la igualdad, todavía quedan resabios de viejos prejuicios sobre temas que escandalizan a esa parte conservadora de la población. Algo que muchas ya alertaban desde San Juan, lugar que tuvo el Encuentro en 2013 y antes de llagar a tierras salteñas, conocidas por su intolerancia hacia las banderas que agitan.

 

Con Dios como palabra sagrada, El Intransigente sostiene que “las jefas -muchas y bien entrenadas- son activistas de lo que se conoce como ideología de género, ideología que las lleva a odiar su propio sexo y rechazar su carácter de mujeres”.

 

El discurso del medio refleja el dogma religioso que impera en la provincia norteña, territorio donde ocurre la mayor captación y explotación de víctimas de la trata, y desde donde el diario online se escandaliza porque cada Encuentro termina con marchas que constituyen “verdaderas explosiones temperamentales de revolución psico-sexual, donde se desnudan en público, protagonizan exhibiciones obscenas y atacan a los hombres”. Asimismo, la nota concluye con una plegaria a San Bernardo, patrono de Salta.

 

Sin dudas, el rechazo que genera en muchos el movimiento que traen consigo estas mujeres es motor de lucha para terminar con el desprestigio y la desigualdad que existe en la actualidad. Porque “mujer bonita es la que lucha” y definitivamente Salta deberá tolerar ese hermoso “vendaval”.

 

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