La victoria de los sindicatos municipales desató una nueva batalla dialéctica entre referentes del Frente Para la Victoria y los intendentes que responden a Sergio Massa, en otro capítulo de la eterna disputa que busca instalar agenda en la provincia de Buenos Aires. Es que la noticia condiciona a todos, sin importar la pertenencia política porque todo se había calentado en la previa de la jornada por una importante cumbre renovadora, cuando se buscó prorrogar la negociación.
A principios de septiembre, Luis Acuña (Hurlingham) y José María Eseverri (Olavarría) plantearon la necesidad de un cambio que se pudo plasmar. Sin embargo, el bloque de su partido decidió no acompañar casi en una declaración de guerra fría que ahora se trasladó al Senado.
“Existe una actitud provincial de jugar en contra de las autonomías municipales al apelar el fallo de la Corte, que marca el rol de las comunas bonaerenses. Sí sale, la ley va a estar teñida de inconstitucionalidad”, le dijo Eseverri a Letra P, en continuidad al planteo que se originó en el inicio del mes.
Según cuentan, en notable sintonía los representantes del FR, nada de esto es beneficioso para los distritos en una suerte de advertencia para Gabriel Mariotto, quien deberá llevar adelante un importante negociación para que la propuesta sea Ley.
“Esto dejará, si sale, un vacío legal que deberá a replantearse cómo se lo cubre. No vamos a renunciar a la autonomía”, insistió Eseverri, antes de insinuar que todo puede terminar judicializado. “Esto es meter a los trabajadores en un problema de marco legal”.
Contrapuntos en el oficialismo
El silencio que eligieron algunos mandatarios, que no tuvieron un papel protagónico en la discusión, demostró que en ciertos casos los intendentes kirchneristas celebraron que cambie la situación de los empleados municipales, pero en otros no.
Un caso especial es el de Francisco Gutiérrez (Quilmes), quien se paseó por el recinto de Diputados en apoyo a la aprobación, a pesar de que su relación con los gremios no tuvo un año demasiado tranquilo, y tiene varios capítulos que marcan la inestabilidad que existe en el sur del Gran Buenos Aires.
“Es una votación que vuelve a recuperar los derechos de los trabajadores municipales”, afirmó el quilmeño antes de enviarle un mensaje a los rivales del FPV. “Habría que preguntarles (a los massistas) qué hacen en sus municipios. Aquellos que pretenden gobernar sin reconocer los derechos de los trabajadores”, advirtió el Barba.
Mario Secco (Ensenada), otro que supo integrar los sindicatos en la Región Capital, que puso el cuerpo en los inicios de la pelea, recordó el aporte de los ensenadenses en el primer logro. “Que se reforme, me parece muy bueno. Yo no pienso como otros colegas seguir teniéndolos de rehén con una ley perversa”.
Las palabras de dos exponentes del oficialismo más duro no coinciden con varios del Conurbano, que a pesar de formar parte de un grupo con notoria sintonía al modelo kirchnerista prefieren el hermetismo ante una situación que podría condicionarlos en el futuro, sobre todo en el Avellaneda de Jorge Ferraresi, actualmente enfrentado con Rubén “Cholo” García.