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Sin rumbo, el massismo porteño espera la ruptura de otros espacios para poder existir

Por Carlos Marino.- Los referentes del Frente Renovador porteño no encuentran al candidato que le pueda dar pelea al macrismo y, mientras esperan una decisión de Ocaña, aspiran a que Lousteau rompa con UNEN.

A los dos candidatos presidenciales que compiten directamente con Mauricio Macri, Daniel Scioli y Sergio Massa, se les está complicando hacer pie en la Ciudad de Buenos Aires y hacerle frente a los precandidatos del ex presidente de Boca.

 

El gobernador de la provincia de  Buenos Aires optó por el titular del Banco Provincia, Gustavo Marangoni, a quien encargó una campaña silenciosa pero con críticas al macrismo. Sin embargo, el sciolista que más mide en la Capital Federal es el ex jefe de Gobierno, Jorge Telerman.

 

Pero la historia del Frente Renovador es distinta. No sólo carece de un precandidato a jefe de Gobierno como para iniciar una campaña electoral, sino que jamás pudo asentarse en territorio porteño.

 

 Los dirigentes del espacio de Massa en la Ciudad se vanaglorian de contar con la figura de Roberto Lavagna entre sus filas, pero el ex ministro de Economía de Eduardo Duhalde y de Néstor Kirchner, nunca mostró interés en ser el candidato a jefe de Gobierno del tigrense.

 

Vetada esta posibilidad, el Frente Renovador buscó a otro economista: Martín Redrado. La pareja de “Luli” Salazar tampoco exhibió convencimiento en el armado porteño y quedó totalmente al margen de las negociaciones.

 

Al percatarse que la figura para competir con el candidato de Mauricio Macri no iba a salir del propio partido, quienes se encargan de engrosar el conocimiento del Frente Renovador en la Capital, comenzaron a dialogar con dirigentes de otros espacios.

 

Intentaron llevarse al legislador porteño del PRO, Cristian Ritondo, pero el vicepresidente 1° de la Legislatura porteña no abandonará el partido del color amarillo. De nada sirvió la foto conjunta con Diego Kravetz, el hombre elegido por Sergio Massa para que el Frente Renovador crezca en la Ciudad.

 

El otro hombre encargado de esa tarea es el también ex kirchnerista Alberto Fernández. Ni el ex jefe de Gabinete de Néstor y Cristina ni el ex legislador del FpV pudieron aportar en ese sentido para el massismo porteño. Quienes conocen la interna massista asegura que Fernández quedó marginado por decisión de la esposa de Massa, Malena Galmarini.

 

Entonces, sin armado propio, el Frente Renovador buscó a otra funcionara ex kirchnerista para poder competir en la Ciudad de Buenos Aires. Los hombres de Massa consideran a la ex ministra de Salud Graciela Ocaña como una dirigente “limpia” y con “buena imagen”, razón por la que la llamaron para que se sume al armado.

 

 La actual legisladora porteña recibió de buenos modos la oferta pero nunca confirmó qué hará. Esto se debe, en parte, a que también la han tentado desde el PRO y desde UNEN. A su vez, “la hormiguita” desea, muy en el fondo, presentarse con su partido Confianza Pública para arrebatarle la Jefatura de Gobierno a Mauricio Macri.

 

Sin rumbo, los massistas aspiran a la ruptura de otros espacios que sí están consolidados en el distrito, algo que Kravetz y Fernández, a un año de haber arrasado en las elecciones a diputados nacionales, no han logrado con el partido al que hoy representan.

 

Hoy por hoy, el Frente Renovador insistiría con el diputado nacional de UNEN Martín Lousteau. Si bien ya hubo diálogos, el ex ministro de Economía kirchnerista afirmó en varias ocasiones que quiere competir en las primarias dentro de la coalición de centroizquierda.

 

Meses atrás, allegados a Lousteau advirtieron a Letra P que “no existe ni la más mínima chance de que Lousteau se vaya de UNEN”. No obstante, los coqueteos con el macrismo continuaron un tiempo más hasta que el propio Lousteau, a principios de septiembre, manifestó que “UNEN va a competir contra el PRO en la Ciudad”.

 

Así las cosas, a pesar de confirmar una y otra vez que quiere competir dentro de UNEN, en el massismo desean que el ex ministro de Economía rompa con la coalición de centroizquierda y se anote para trabajar junto a Massa, algo que en su torno niegan tajantemente, argumentando, además, la nula llegada del Frente Renovador al electorado porteño.

 

Los más escépticos sostienen que en la Ciudad el duelo es entre UNEN y el PRO y que, por esa razón, Sergio Massa hace tiempo que dejó de preocuparse por el resultado electoral que pudiera conseguir el Frente Renovador en la Capital Federal. El mismo grupo asegura que el ex intendente de Tigre quiere que gane Rodríguez Larreta, con quien lo une una vieja y gran amistad.

 

A pesar de esto, dirigentes porteños del massismo se ilusionan con la posibilidad de sumar a Ocaña y a Lousteau y sueñan con una fórmula que incluya a los ex ministros del Frente para la Victoria para pelear por la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.

 

Ante la falta de construcción en el distrito, los dos armadores estrella de Massa tomaron caminos distintos. Alberto Fernández pasó al ostracismo político y el camaleónico Diego Kravetz se dedicó a presentar proyectos en la Legislatura porteña y hablar sobre “pacificación de villas” y cómo controlar la violencia.

 

Incluso, con el inocuo apoyo de la CO.NA.PO (Corriente Nacional y Popular) y haciendo cuentas del poco apoyo sindical y la dificultad para instalar mesas en la Ciudad, los referentes del massismo porteño le ofrecieron al estitilista Fabio Cuggini ser candidato; como reveló La Política Online.

 

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