Quien protagoniza por ahora este paso es Martin Insaurralde y la posibilidad de su candidatura a Gobernador de la Provincia de Buenos Aires pase del FVP (Scioli) al Frente Renovador (Massa), que en el programa televisivo de referencia participaron activamente del show, tratando por supuesto como actores mediocres, adueñarse de la atención de la audiencia.
Afortunadamente, Cristina Kirchner que fue llamada para participar, al no contestar, logro preservar su investidura presidencial, al menos en esta ocasión.
El conductor televisivo, o ya lo debemos definir como facilitador político con la sociedad, manejo los tiempos, las preguntas, el humor como lo hace habitualmente con los participantes de su programa, salvo que esta vez no había artistas o personajes mediáticos sino candidatos que aspiran los más altos cargos de la República.
La política en la Argentina está ganando “en valor”.
En él mientras tanto, la gente deambula pensando preocupadamente sobre su estabilidad laboral o la posibilidad cada vez más dificultosa del primer empleo.
Acompaña al tema laboral, los precios de los alimentos que parecen haber entrado en una aceleración que va alejando productos al alcance de los consumidores que van variando gustos y costumbres.
También la sociedad, o deberemos llamarlo público, ha seguido con relativo interés las alternativas de la negociación de la deuda con los fondos buitres, el Juez de Nueva York y nuestro Ministro de Economía, no entendiendo claramente en qué situación quedamos y cuales las consecuencias, mas allá de estar de acuerdo o no con las decisiones tomadas por el poder ejecutivo.
En el campo de la Justicia observan que siempre existen atajos legales para aquellos que tienen recursos económicos y que saltan hoy a la luz porque involucra justamente a alguien vinculada con el mundo del espectáculo, pero que certifica la presunción de la gente en cuanto a que existe una justicia para ricos y otra para pobres.
Finalmente, la Provincia que el protagonista de anoche aspira a gobernar cumple su segunda jornada de paro docente, sumando más días sin clases en la paupérrima educación pública.
Lo que no podemos olvidar es que los hechos acarrean consecuencias, por lo tanto la sociedad argentina no podrá quejarse de su futuro que afortunadamente tiene en sus manos y que buena parte de él se resolverá en las elecciones del 2015.