“Más allá de los dirigentes la gente va a parar”, aseguró el Secretario General de la CGT Azopardo. En diálogo con radio Mitre, Moyano también resaltó que a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, la ve “muy desorientada, muy confundida” advirtiendo que “eso nos tiene que preocupar a todos los argentinos”.
El cese de actividades del sector tiene como reclamo la “caída del salario, empleo e inflación”, pidiendo una eliminación del impuesto a las ganancias, “un aumento justo” a los jubilados, la reapertura de paritarias y el impulso de una ley para prohibir despidos y suspensiones por un año.
Por el momento, Hugo Moyano, cuenta con el respaldo y alianza de toda la rama sindical opositora, Pablo Micheli de la CTA y Luis Barrionuevo de la CGT Azul y Blanca. El gastronómico ya había advertido que “si no hay respuestas, en septiembre vamos a incrementar las medidas de fuerza” porque “ahora tenemos más problemas que el paro de abril”.
Mientras espera sumar al sector del transporte, tal como ocurrió en abril pasado, Moyano fue cruzado por funcionarios del gobierno nacional. El ministro de Trabajo, Carlos Tomada, criticó que “ninguna de las situaciones alegadas da para un paro general”.
En la misma línea se había pronunciado el ministro de Defensa, Agustín Rossi, cuando al ser consultado sostuvo que “tener un paro motivado exclusivamente por la cuestión del impuesto a la ganancias que refleja o impacta en un porcentaje mínimo de los trabajadores no es oportuno para este momento”, justificando que cuestionaba la decisión “por quiénes la convocan”.