Gabriela Michetti se sumó el fin de semana a la polémica sobre un eventual acuerdo con el radicalismo al afirmar que le “gustaría” que el titular del Comité Nacional, Ernesto Sanz, sea el compañero de fórmula del jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri.
Pero la senadora no se quedó ahí, consideró también que Macri querría llevarlo a Sanz de vice. “Supongo que también. El tiene valoración sobre Ernesto. Y es una persona que es amplia”, completó la senadora nacional por el PRO.
Por el lado de la UCR, durante una reciente cumbre de dirigentes se analizaron los eventuales aportes de los referentes territoriales, quienes verían disminuidas sus chances si el PRO les sale a competir con una lista propia, empieza a subir la tensión en la UCR y consecuentemente entre sus nuevos aliados.
Sanz lo sabe. De hecho, como informara Letra P, hay sectores del empresariado nacional que lo presionan para que avance en una alianza de ese tipo porque saben que sumarían chances en una eventual segunda vuelta.
Los radicales hacen números
La referida cumbre partidaria se realizó (Julio Cobos estuvo ausente con aviso) entre Sanz, Gerardo Morales, Mario Negri y Ricardo Alfonsín. Coincidieron en que, tras quedarse electoralmente con una sola gobernación, una alianza con el PRO les permitiría ganar entre 6 y 8 provincias.
En ese orden, analizaron las chances de referentes de la UCR del interior que tienen posibilidades serias de ganarle al PJ el año que viene en el marco de una alianza. Oscar Aguad (Córdoba), José Cano (Tucumán), Eduardo Costa (Santa Cruz), Julio Martínez (La Rioja) y José Brizuela del Moral (Catamarca), por ejemplo, serían las cartas ganadoras.
Expertos en internas y elecciones, saben que en aquellos distritos en los que la elección se produzca desdoblada, el acuerdo provincial se volverá más fácil de establecer, mientras que si son simultáneas la suerte estará ligada a la política de las alianzas del Frente Amplio Unen a nivel nacional.
En ese escenario, si el PRO les sale a competir con una lista propia verían disminuidas sus chances. Por ejemplo, en Córdoba, según han reconocido públicamente, Aguad y el intendente de la capital, Ramón Mestre, están a favor de un acuerdo “amplio”. Y en Mendoza, la dirigencia del PRO manifestó su intención de competir en una primaria con el FAU lanzada recientemente.
Salvo Santa Fe, donde por la presencia socialista es muy potente, en provincias como entre ríos y Neuquén el radicalismo podría jugar fichas amarillas si Sanz acompaña a Macri. Lo que resta saber, es qué balance han hecho los radicales sobre la implosión que generaría en la alianza FAU ya que desde Proyecto Sur, el GEN y Libres del Sur han adelantado el rechazo a un acuerdo con el macrismo.