Los referentes justicialistas que transitan a diario Capital Federal, sea por funciones o residencia, coincidieron en el llamado de Víctor Santa María para homenajear al histórico líder del movimiento político con fuerte arraigo en la mayoría de los estamentos sociales del país.
El titular del PJ porteño y un grupo de dirigentes inauguraron una escultura de Juan Domingo Perón y Eva Duarte tomados de mano en el jardín de la Biblioteca Nacional, lugar de la antigua residencia presidencial.
Sciolistas, kirchneristas y peronistas del PRO se acercaron al modesto acto, en el que hasta referentes del radicalismo estuvieron presentes. Leopoldo Moreau, criticado por otras líneas de la Unión Cívica Radical (UCR), fue una de las presencias que más llamó la atención.
Oportunista, Santa María recordó el abrazo entre Perón y Balbín “como un símbolo de la unidad nacional” y agregó que “ser peronista se explica porque Perón y Eva llevaron adelante una revolución, que hoy continúa de la mano de Néstor y de Cristina Fernández de Kirchner”.
Cristina Álvarez Rodríguez; Carlos Kunkel; el presidente de la Biblioteca Nacional, Horacio González; el ex secretario de Cultura, Jorge Coscia y el legislador del PRO, referente de la Agrupación La Solano Lima, Cristian Ritondo, fueron los que se sumaron a un evento que buscó traspasar las murallas partidarias.
“Juan Domingo Perón fue un estadista que hizo que la patria creciera en derechos y que nunca más se vuelva atrás. Por eso lo recordamos por su obra, su acción y su palabra”, dijo la Ministra de Gobierno bonaerense, quien coincidió con González, que destacó a la Biblioteca Nacional como “una gran colectora de símbolos, esta escultura es un cruce de memorias, es una muestra de que estamos juntos ante la amenaza nacional”.
La vieja residencia de Perón fue demolida por orden de la llamada Revolución Libertadora, que lo derrocó en 1955. Antes de ser expropiada en 1930, había pertenecido a la familia Álzaga Unzué y fue bombardeada en el mismo momento en que se tiraban las bombas en la Plaza de Mayo en junio de aquel año, donde murieron cerca de 400 personas.