Según aquel diario, semanas atrás, “y sin prensa, Insaurralde se reunió con un grupo de jefes comunales alineados con Sergio Massa para conocer sus ´necesidades e inquietudes´ y en busca de respaldo. Los intendentes del Frente Renovador eran diez y todos del conurbano. La reunión en las oficinas privadas de Insaurralde en pleno centro porteño y sus colaboradores mantuvieron en estricta reserva los nombres de sus interlocutores para evitar que se dispare la interna con sus aliados kirchneristas antes de decidir si pega el salto”.
Por su parte, este último jueves Sergio Massa reunió a sus intendentes y legisladores para hablar de la adhesión a la Policía Local creada con mucha polémica por el gobernador Daniel Scioli. Luego de ese encuentro, sumó a algunos jefes comunales y a su equipo de prensa para plantear su malestar por “las continuas operaciones de prensa de Insaurralde”. Esto, en clara referencia a aquella nota en Clarín.
Con mucho enojo, el líder del Frente Renovador ordenó salir a desmentir esa reunión. El dato es que es la primera vez que desde el massismo se actúa de esta manera con Insaurralde, marcando que notoriamente hay un choque de posturas y opiniones puertas adentro en el Frente Renovador.
No es novedad remarcar que varios sectores del FR no ven con malos ojos darle la bienvenida a MI.
Al mismo tiempo, otra corriente importante dentro del massismo considera un gravísimo error aceptar que el primer candidato a diputado del kirchnerismo en las últimas elecciones se sume a las filas de un partido que se ha planteado como claramente opositor. “Generaría una confusión imposible de explicar”, sostienen.
Es que aquello dejaría una grieta inmensa para que Macri y el FAP, entre otros, afirmen –tal como lo vienen sosteniendo- que “massistas y kirchneristas son exactamente lo mismo”.
Por eso, la novela de Insaurralde coqueteando con todo el Frente Renovador comenzó siendo un rumor que con el correr de las semanas se transformó en algo más fuerte. Como lo había contado Letra P, de a poco fueron los mismísimos dirigentes de peso dentro del massismo los que no disimularon sus posturas en el tema, chocando notoriamente entre sí. Giustozzi y De la Torre, a la cabeza de los dos bandos.
“Un saludo respetuoso del intendente Julio Zamora no puede ser utilizado para operaciones de cuarta en la televisión. Insaurralde es el negocio del juego y la noche, y socio de Boudou. Sergio Massa y el FR deben quedar a salvo de inescrupulosos”, le había dicho a este portal el intendente de Almirante Brown Darío Boletieri en referencia a la visita del de Lomas a Tigre en lugar de participar de los festejos del Gobierno nacional por el 25 de mayo.
Días después, fue el mandatario de San Miguel, De la Torre, el que le abrió las puertas a Insaurralde en radio La Red. “Tengo un gran aprecio personal por Martín, lo considero un amigo, creo que ha sido un gran intendente y si él en algún momento entiende que en el Frente Renovador interpretamos su deseo respecto de la argentina que viene, por supuesto”. “Somos pluralistas, queremos que vengan, no nos interesa de dónde vienen si no si tenemos un modelo de país común”, cerró.
Insaurralde, en los últimos días, intensificó sus actividades apegándose a Scioli, por ejemplo cuando participó junto a él y Ricardo Casal en la destrucción de armas de fuego o en su cruzada contra las barras, con su proyecto en el Congreso ideado por el secretario de Deportes bonaerense Alejandro Rodríguez.
Después del Mundial, y ya con las agendas de campaña más intensas, parece que comenzaron las definiciones. Aunque claro, dejando a la luz estas diferencias internas que prometen profundizarse.