Política

Tras una larga siesta, las eléctricas comienzan a plantear sus cuestionamientos al Gobierno

Antonio Rossi.- Sin provocar, por ahora, demasiados ruidos y en línea con la nueva actitud cuestionadora que empezó a exhibir la Unión Industrial Argentina (UIA), los empresarios del sector eléctrico han comenzado a salir del prolongado letargo y silencio que mantuvieron en los últimos años frente a las políticas y medidas adoptadas por la administración kirchnerista.

A la resistencia que mostraron varias distribuidoras y generadoras ante el pedido oficial de salir a apoyar públicamente el forzado festejo de los 10 años del “Plan Energético Nacional”, se han sumado ahora las críticas que manifestaron las entidades empresariales representativas del sector en el trámite de la última “programación estacional del mercado eléctrico” que aprobó el Gobierno para el período mayo-octubre 2014.

 

Desde 2003 y hasta el pasado, las “programaciones estacionales” que marcan las normas vigentes para el funcionamiento del sector eléctrico siempre fueron aprobadas por los funcionarios de la Secretaría de Energía sin ninguna clase de reparos o quejas de las empresas que integran la CAMMESA, la compañía administradora del mercado eléctrico que controla el Gobierno y que es la encargada de establecer los lineamientos operativos y los precios que regirán en las transacciones comerciales del sistema.

 

La relativa quietud que venían mostrando las empresas eléctricas se vio alterada en la última aprobación de la programación estacional correspondiente al período mayo-octubre de 2014.

 

Si bien en lo formal, las cuatro entidades del sector eléctrico (que representan a los distribuidores, generadores, transportistas y grandes usuarios) convalidaron los números y proyecciones del nuevo período estacional, esta vez decidieron dejar “constancia en actas” de sus cuestionamientos y advertencias por los riesgos económicos y operativos que—según sus posturas—afronta el sistema por las desacertadas medidas que vienen adoptando los funcionarios que responden al ministro de Economía, Axel Kicillof y las autoridades del área energética.

 

En el expediente oficial que la CAMMESA le elevó al secretario de Energía, Daniel Cameron para que pueda aprobar la nueva programación estacional quedaron expresamente marcadas las siguientes críticas y observaciones.

 

–Los generadores nucleados en AGGERA destacaron que los nuevos valores semestrales de la energía “no reflejan el ajuste necesario de los conceptos remuneratorios legales que permitan afrontar el aumento de costos dado por la variación en el tipo de cambio y por la variación de los precios internos”.

 

–Por su parte, los transportistas agrupados en ATEERA también reclamaron que las nuevas tarifas deberían “tomar en consideración los actuales costos de producción y transporte”. Y además alertaron que “en función de la demanda prevista durante el período mayo-octubre, debe prestarse especial atención y tomar todos los resguardos operativos en aquellas estaciones donde no existe capacidad de transformación remanente, ni transformadores de reserva que permitan ante un indisponibilidad forzada una rápida restitución del servicio”.

 

–En tanto, los directores de AGUEERA (que representan a las empresas grandes usuarios de energía eléctrica) señalaron que al no reflejar el precio estacional “real costo de la energía eléctrica, no se dará una correcta señal de propensión al consumo racional a los segmentos residencial y comercial y se continuará requiriendo la asistencia al Fondo de Estabilización a fin de garantizar el funcionamiento del sistema”.

 

-Y por último las dos distribuidoras más grandes del país que están bajo la órbita nacional, Edesur y Edenor, e expusieron sus reclamos y problemas con varias notas elevadas a la CAMMESA y Cameron. Plantearon, esencialmente, que afrontan una “difícil situación económica- financiera que impacta en las disponibilidades de recursos necesarios para las obras y gastos de operación y mantenimiento que son imprescindibles realizar”.

 

Tras abrir el paraguas al destacar que en el corto plazo “las proyecciones muestran un empeoramiento de la situación económica y financiera”, las distribuidoras comunicaron que volverán a recortar los pagos por la energía que reciben del sistema eléctrico.

 

Para cubrirse de eventuales demandas por incumplimiento de pagos, las distribuidoras solicitaron que el Gobierno proceda a compensar las deudas que se vayan acumulando por las liquidaciones parciales con los aumentos que debe otorgarles por la aplicación del “mecanismo de monitoreo de costos “ (MMC).

 

Dicho esquema de actualización de los gastos operativos y salariales se aplicó por última vez a principios de 2013 y desde entonces las dos empresas vienen reclamando el reconocimiento de los mayores costos.

 

Los directivos de Edesur advirtieron que de haberse reconocido los mayores costos, no hubieran registrado en la pérdida récord de $ 1.117 millones que mostró el balance del primer trimestre del año. La misma queja levantaron los dueños de Edenor que cerraron el primer trimestre con un rojo de $ 738 millones.

 

Gisela Scaglia, vicegobernadora de Santa Fe y presidenta del PRO.
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