Una nueva pericia contable -realizada en el marco del juicio oral y público de la tragedia de Once – podría desvirtuar buena parte de las acusaciones iniciales sobre el destino de los millonarios subsidios y la falta de control estatal que recaen los ex funcionarios del Gobierno y los dueños y gerentes de la ex empresa prestataria, TBA.
Los informes técnicos toman relevancia en el desarrollo del juicio. Por ejemplo, como informara Letra P, hace 2 semanas un peritaje sostuvo que los frenos de la formación que se estrelló funcionaban correctamente y complicaron la situación del maquinista Marcos Antonio Córdoba.
Se trata una ampliación de la pericia contable que solicitó el Tribunal Oral Federal (TOF) 2 a un grupo de 8 peritos contadores para que analicen y precisen cuál fue la real incidencia que tuvieron los subsidios cobrados por TBA entre 2004 y 2010 con respecto a sus ingresos operativos, egresos de explotación y el pago de los sueldos y cargas sociales.
Hay una cuestión importante que se traduce de la pericia contable: se registraron ejercicios contables que muestran que la ex empresa prestataria tuvo egresos superiores a los ingresos en concepto de subsidios y venta de pasajes. Es por ello que la mencionada empresa mantenía deudas en el sector privado.
Lo que dice la pericia
El informe -que lleva las firmas de los peritos oficiales Oscar Fernández, Lucia Guelfi y Héctor Chyrikins y los peritos de las partes Rodolfo Buenaventura, Carlos Fogarolli, Judith Konig, Alejandro López y Martín Sole- puso sobre el tapete las siguientes conclusiones:
- En los seis ejercicios económicos que van de 2004 a 2010, los egresos de explotación (gastos en personal, combustible, electricidad, mantenimiento, etc.) de las líneas ferroviarias operadas por TBA fueron superiores a los subsidios.
- En 2005, los egresos operativos representaron el 225% de los subsidios; en 2006, el 188% y en 2007, el 153%. En tanto, en 2008 frente a un costo total de explotación de $ 473 millones recibió una asistencia estatal de $ 356 millones. En 2009, los gastos subieron a $ 553 millones y los subsidios a $ 433 millones y en 2010, los egresos de funcionamiento se ubicaron en $ 673 millones y los subsidios en $ 625 millones.
- Entre 2004 y 2010, TBA pagó sueldos, cargas sociales y otros gastos de personal por un total de $ 1.764 millones y recibió en concepto de subsidios un total de $ 1.999 millones.
- En 2005, los sueldos y gastos de personal ( $ 109 millones) representaron el 117% de los ingresos por subsidio ($ 94 millones). En 2006, el gasto salarial ( $ 153 millones) significó el 72% de los subsidios ($ 211 millones); en 2008, el 89% ($ 410 millones de salarios y $ 433 millones de subsidios) y en 2010, el 86% ($ 538 millones de gastos en personal y $ 625 millones de subsidios).
Para los abogados que defienden a los ex funcionarios y empresarios, los resultados de esta nueva pericia contable demuestran que casi el 90% los subsidios se fueron en pago de salarios y costos de personal y que el resto de los subsidios otorgados por el Estado Nacional no alcanzaron para cubrir otros gastos como el pago de la energía eléctrica, el combustible y realizar el mantenimiento en vías y trenes.
Según la interpretación de los letrados, con estos datos quedaría con muy poco sustento la acusación del custionado juez Claudio Bonadío sobre la malversación y desvío de los subsidios a otros negocios del grupo Cirigliano y la falta de control y fiscalización del ente regulador y las autoridades de Transporte.
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