El aniversario, llega con la confirmación de las condenas a los responsables del secuestro y desaparición de sus tres fundadoras Azucena Villaflor, Esther Ballestrino de Careaga y Mari Ponce de Bianco.
La Sala II de la Cámara Federal de Casación Penal, confirmó las condenas al ex capitán Alfredo Astiz, al exjefe del llamado grupo de Tareas de la ex ESMA Jorge “Tigre” Acosta y a Ricardo Cavallo, detenido en México años atrás.
El 30 de abril de 1977, la Casa Rosada ocupada por los militares golpistas tenía sus puertas cerradas y las fuerzas represivas se desplegaron por la Plaza de Mayo.
Las Madres de Plaza de Mayo, se convirtieron a partir de allí en símbolo de la resistencia y la denuncia del terrorismo de Estado, al deambular por iglesias, cuarteles, comisarías y juzgados sin respuestas sobre el paradero de sus hijos, detenidos-desaparecidos por la dictadura de la Junta Militar presidida por Jorge Videla.
Villaflor, junto a María Esther Careaga y Mari Ponce de Bianco, fueron secuestradas igual que las religiosas francesas Léonie Duquet y Alice Domon por una patota de la ESMA que infiltró en el grupo al represor Astiz, haciéndolo pasar por hermano de un desaparecido.
La palabra “desaparecidos” fue resignificada en esa época por las Madres para dar cuenta de los secuestros masivos, primera evidencia del sistema clandestino de centros de detención ilegal, torturas y exterminio montado por el régimen dictatorial y con un Videla que afirmaba que “los desaparecidos no existen, son una entelequia”.