Después que testigos describieron al macrista tambaleándose y con aliento etílico tras el accidente, fuentes judiciales confirmaron la presencia de 1,54 miligramos de alcohol en sangre y 1.51 en orina. A raíz del impacto, tres personas fueron internadas. Hasta este jueves continúa en el hospital solamente un pequeño de 7 años, que según el último parte médico del Materno Infantil, ya se le comenzó a quitar el respirador mecánico.
Desde el sábado a esta parte no hubo ningún tipo de comunicación oficial del Pro al respecto. Si bien el desafortunado hecho es parte de la vida privada de Ramos, en los últimos tiempos el partido del jefe de Gobierno porteño lo posicionó y lo publicitó como su figura en la Quinta sección. Horacio Rodríguez Larreta dijo hace tan sólo dos semanas que Lalo era el hombre de Macri en la costa.
Macri, Rodríguez Larreta, Montenegro, Monzó, todos siempre hablaron muy bien del ex corredor. Hoy, el silencio llama la atención, y en cierto punto desconcierta hasta internamente. La única acción que se advirtió fue que bajaron su foto gigante en el local que el Pro tiene en Mar del Plata, en avenida Colón.
Por eso, lo que sorprende es que ninguno de ellos ha dicho nada al respecto públicamente, a cinco días del grave accidente. Ramos fue su referente, incluso con quien organizaron charlas de seguridad vial, y hoy no se sabe nada.
La historia con Ramos es particular: los armadores del Pro expulsaron a todos aquellos que se opusieron a su candidatura; un ejemplo fue Emiliano Giri, al que le dijeron que podía ser candidato a concejal o nada, “porque nuestro único referente es Ramos”. Giri se fue con De Narváez.
El que apadrinaba y posicionaba a Ramos era Emilio Monzó, ministro de Gobierno de Macri y armador del Pro en el territorio provincial.