La vida política en Río Negro no para de dar noticias. Luego de la muerte de Carlos Peralta, las aguas volvieron a agitarse y dejaron expuesta las diferentes líneas internas del Frente Para la Victoria de esa región patagónica.
Con la interna k en una meseta, la intendenta de Bariloche y una de las referentes políticas más importantes de la Provincia, María Eugenia Martini, organizó la fiesta nacional del chocolate en la hermosa ciudad ubicada a la vera del lago Nahuel Huapi. En otra clara señal política, se mostró junto a su par de General Roca, Martín Soria, y con otros referentes del oficialismo rionegrino (el de Río Colorado, Carlos Pilotti; de El Bolsón, Ricardo García y Pilcaniyeu, Néstor Ayuelef).
Uno de los destacados en la foto fue el legislador Martín Doñate, quien desde el espacio que lideran los jóvenes mandatarios surgió como posible candidato a presidir la Legislatura, luego del fallecimiento de Peralta. “Hay que pensar en dirigentes jóvenes ligados al Gobierno Nacional, que representan el equilibrio entre las fuerzas”, había planteado la dirigente conocida como La Dama de Hierro por su notable estilo político, que es acompañado por las barriadas más populares de la localidad.
El legislador, que tiene el visto bueno de la Intendenta, es un hombre ligado a La Cámpora de Máximo Kirchner y reúne la confianza de la nueva camada de funcionarios públicos en ese sector del sur argentino. Según le dijo la dirigente a la agencia ANB, es alguien que “lo merece (al cargo) por sus gestiones e Gobierno y su preocupación por la sociedad”.
Con ese marco, en la organización de una notable celebración que se realiza todos los años en la principal ciudad de la provincia que gobierna Alberto Weretilneck, quien trabaja a la par de Miguel Ángel Pichetto por un acuerdo político, Martini se encontró con el hijo de Carlos Soria, hoy en las antípodas del tándem Weretilneck-Pichetto.
De la forma en que lo publicó Letra P en diferentes oportunidades, la idea de Soria hijo y Martini es encontrar un espacio del peronismo con fuertes lazos al gobierno nacional, como hicieron Los Oktubres en la provincia de Buenos Aires.
Kirchnerismo unido y organizado
La imagen que circuló por diferentes espacios es algo que viene afianzándose desde hace tiempo, cuando María Eugenia Martini se reunió con el grupo de intendentes Los Oktubres, ese espacio que nuclea a los funcionarios distritales sub-40 ligados a lo más duro del oficialismo nacional. Luego de aquella cumbre, Maru los invitó a todos a la fiesta nacional en su ciudad. A la misma, como es de público conocimiento, asistieron tres del grupo.
El zigzagueante Francisco “Paco” Durañona, quien tiene una particular historia política, Eduardo “Bali” Bucca y Hernán Yzurieta, titular del ejecutivo en Punta Indio. Y el nexo, además de aquella cumbre, tiene su justificación.
A pesar de que el Frente Para la Victoria los encuentra, el punto de inflexión gira desde la época en que la familia Martini se radicó en Bolívar, tierra que hoy gobierna desde el kirchnerismo más duro Bucca, quien pasa sus días afianzando su gobierno después de derrotar la hegemonía radical. Igualmente, además del lazo afectivo, pareciera que hay otro motivo que puede generar movimientos en el ámbito político de las dos provincias.
Según le confiaron a este medio, este armado renovador se podría traducir en las Legislaturas de Río Negro y Buenos Aires, como notables espacios de reflexión y referencia en las políticas direccionadas a todo el país desde Balcarce 50. Pero, sobre todo, que reconocen a Cristina Fernández de Kirchner como máxima referente política.
La clave, además de esa impronta ultra cristinista, es el papel que juega el senador bonaerense de la Octava, y hermano de la Intendenta barilochense, Luciano Martini, quien es el nexo interdistrital que aceita un entendimiento político en un oficialismo abocado a las grandes decisiones para continuar el modelo Nac & Pop.