“Todos queremos paritarias y alumnos en las aulas, pero hay que garantizar la educación como servicio público esencial”, fue el título del proyecto que Gabriel Mariotto difundió en el Senado el mes pasado, cuando el conflicto docente explotaba. En ese momento sembró la polémica al proponer que pretendía reformar el articulado de la Ley Provincial Nº 13.552 del año 2006, cuando el gobernador era el hoy massista Felipe Solá. En el artículo 18 establece que en ningún caso la educación podrá ser considerada como servicio esencial.
El presidente de la Cámara alta bonaerense apuntaba exclusivamente al exceso de huelgas por parte de los gremios y pedía que la Provincia adopte medidas para reglamentar cómo se ejerce el derecho a la protesta. El titular de Suteba Roberto Baradel le contestó inmediatamente y contraatacó con los tapones de punta: “yo le diría al Vicegobernador que se tiene que asesorar bien”; “lo que tiene que hacer el Vicegobernador es legislar sobre un artículo que plantea la Constitución de la Provincia, que es el artículo 39 inciso 4”. Este artículo dice que “la Provincia garantiza a los trabajadores estatales el derecho de negociación de sus condiciones de trabajo y la substanciación de los conflictos colectivos entre el Estado provincial y aquellos a través de un organismo imparcial que determine la ley. Todo acto o contrato que contravenga las garantías reconocidas en el presente inciso será nulo”.
Por eso, Baradel retrucó al gobierno provincial diciendo que “ese tribunal imparcial nunca fue creado desde hace 20 años. Entonces lo que debería hacer la Legislatura es crear la figura del tribunal imparcial y ahí sí se pueden canalizar negociaciones como se debe”. Lo escucharon, y la semana pasada el Senado dio media sanción a la creación de un organismo de Mediación y Arbitraje para el empleo público provincial, que tendrá como funciones intervenir en conflictos laborales, precisamente como lo fueron las tres semanas de desacuerdos con los maestros, que impidieron el normal inicio del ciclo lectivo 2014.
Con respecto a la intención de Mariotto de declarar a la educación como servicio público esencial Baradel sostuvo que “más allá del debate, la Provincia no puede sancionar una legislación que vaya contra la firma de un convenio internacional y que tiene carácter constitucional”. “Cualquier ley que intentaran sancionar en ese sentido la llevamos a la justicia y se declarará inconstitucional”, concluyó.
Lo cierto es que lejos de olvidarse del tema, el Vicegobernador reflotó su proyecto semanas después de que el conflicto docente llegue a su fin. En la previa a la reunión del Consejo de Seguridad encabezado por el ministro Alejandro Granados, el presidente del Senado reflexionó este último jueves que “una vez superado el conflicto hay que reflexionar acerca de cómo se puede ejercer el derecho a huelga en materia docente sin que se trasgreda el ejercicio de otro derecho, que es el derecho a educarse”.
Así, anticipó que “vamos a avanzar en la discusión por el servicio público esencial y mientras discutamos eso vamos a encontrar las herramientas -en sintonía con lo que ha planteado la Organización Internacional del Trabajo, de garantizar los servicios mínimos básicos, que significa que la escuela esté abierta y los comedores también”.
En el marco de lo que fue el paro general convocado por los sindicalistas opositores al Gobierno Hugo Moyano y Luis Barrionuevo, Mariotto dijo que “hacerle un paro a Cristina es lo mismo que hacerle una huelga al general Juan Domingo Perón”, y habló también de los maestros, al decir que “lo de los docentes es un régimen especial, por eso hoy los docentes no están en paro. Ellos han peleado por lo que creen que es lógico en sus derechos, y lamentablemente este derecho -que ejercieron con absoluta libertad- colisionó con otro derecho, que es el derecho a aprender y a educarse. Afectó la formación de millones de chicos de guardapolvo blanco”.
De esta manera parece que la polémica por este punto de la declaración de la educación como servicio público esencial vuelve a la primera plana, de la mano de Mariotto, y teniendo en cuenta un detalle no menor: si se reglamenta, será una ayuda vital para el gobernador Daniel Scioli, descontándole un problema menos para su carrera presidencial. Es que desde hace 2 años, los paros y las complicaciones son moneda corriente en cada inicio del inicio lectivo, lo que configura un fuerte dolor de cabeza para la gestión provincial, a la que le cuesta mucho resolver las paritarias.