La jugada de Pinedo por el Código Penal puso en crisis la conducción del PRO
La polémica que se generó en torno a la reforma del Código Penal tuvo su repercusión adentro del PRO. Luego del revuelo que ocasionó el diputado nacional Sergio Massa al plantarse en la vereda opuesta al proyecto e incluso pidiendo una consulta popular, el partido del jefe de Gobierno porteño Mauricio Macri se vio obligado a reaccionar y terminó mostrando una postura híbrida producto de la mezcla entre cómo posicionarse con respecto al kirchnerismo y al massismo y también cómo disimular el enojo interno por la actitud del diputado Federico Pinedo.
En la conferencia de prensa de este jueves, Macri se mostró con todos sus diputados y ante los micrófonos dijo que “manifestamos nuestras fuertes disidencias”, pero que “ese Código no lo íbamos a votar”. “Hay que debatir sin demagogias, sin populismos, fuera de un contexto electoral, sin oportunismos para tener un buen Código aggiornado”, agregó, en un tono calmo.
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Es que el ex presidente de Boca se vio envuelto en una encrucijada interna. El PRO quedó en offside tras la ofensiva de Massa por todos lados oponiéndose al proyecto y también por la actitud de Pinedo, que formó parte de la comisión creada por el Gobierno para trabajar en el armado del nuevo Código. Además, el titular del bloque amarillo en la Cámara baja nacional había defendido la idea.
Cuentan que Pinedo se cortó solo al momento de asistir a aquellas reuniones de comisión, justo en el momento en que el PRO había definido como estrategia aislar al massismo y quedar como que ellos son los únicos y verdaderos opositores. Se terminaron encontrando en la misma vereda del Gobierno nacional tras las palabras de Massa, quien rápido de reflejos, con su estrategia se posicionó como la principal cabeza de la oposición al kirchnerismo.
Lo más llamativo es que el PRO se tuvo que oponer a lo que ellos mismos apoyaron en un principio. Ellos formaron parte integrando la comisión y estuvieron de acuerdo con el borrador.
“Pinedo no consultó a nadie”, se quejan los macristas. Protestan porque adentro del mismo PRO hay gente especializada que podría haber brindado una opinión calificada, como por ejemplo el ministro de Justicia y Seguridad porteño Guillermo Montenegro o el diputado sanjuanino Eduardo Cáceres. “Ni siquiera a sus compañeros de bloque convocó”, comentan por lo bajo.
Entonces a raíz de eso hay mucho enojo. Dentro del bloque le achacan a Pinedo exactamente eso y se generó una interna.
En ese panorama, la que no vio con malos ojos la posición en la que quedó parado el presidente del bloque fue la diputada Laura Alonso, quien desde hace varios años quiere ocupar su lugar, y ahora no ve tan lejana esa posibilidad tras este episodio.
Hubo algunas jugadas llamativas, como por ejemplo la del senador Diego Santilli, que estaba decidido a cuestionar fuertemente a Pinedo, pero cuando vio que la decisión de Macri y Marcos Peña, entre otros, fue la de bajar un cambio y no atacarlo, entonces también puso un freno.
Así, toda esta interna desembocó en una postura tibia del PRO, a medias, si se la compara con lo que está haciendo Massa. Y Pinedo quedó puertas adentro con todas las miradas sobre su cabeza.