Por el paro de la Unión Tranviaria Automotor (UTA) que paralizó el transporte público en el Gran Buenos Aires, (todo se produjo con el asesinato de un chofer de micros en Villa Celina), la provincia de Buenos Aires decidió tomar una seria determinación en continuidad a las políticas duras que encabeza el ministro de Seguridad bonaerense, Alejandro Granados.
Su firme idea de inundar de efectivos el territorio que maneja Daniel Scioli parece cumplirse y con creces. Después de la reunión con los dirigentes sindicales, el funcionario explicó que regresan los viejos comandos de patrullas.
“Decidimos que vamos a poner cámaras de seguridad en los colectivos”, explicó el funcionario de la gestión naranja, quien advirtió cuáles serán las primeras decisiones para que los hechos de inseguridad y las medidas de fuerza no vuelvan a producirse.
“Los policías van a volver estar en los colectivos. Para interceptar colectivos, cuando veamos algo sospechoso, volverá el antiguo sistema de comando de patrullas”, reafirmó Granados.
De esta forma, “El Sheriff” acentúa los preceptos con lo que arribó al gabinete sciolista: más presencia policial para “combatir” la delincuencia.