A pesar de que falta más de un año para las elecciones presidenciales, Sergio Urribarri no pudo continuar en su papel de simple leal y terminó expuesto. Junto a varios intendentes oficialistas, el gobernador ultra kirchnerista anunció que competirá con Daniel Scioli por ser el número uno de la lista oficial en las Primarias Abierta Simultáneas y Obligatorias.
Aquel “Sueño entrerriano” comienza a tener un respaldo oficial desde la gestión, y la decisión de jugarse todas las fichas a ser el que reciba la bendición de los militantes que defienden las políticas iniciadas desde el 2003, con la llegada de Néstor Kirchner al poder.
Como describiera este medio, Urribarri trabaja desde hace tiempo para instalarse como una figura sólida para los próximos comicios. La tarea comenzó a principios del año pasado, en medio de la campaña legislativa, que terminó reflejando el respaldo de la provincia, marcada por su mandato.
Con todo eso detrás, acompañado de varios integrantes de su gabinete, reunió a la Liga de Intendentes Justicialistas para reafirmarles que va por la sucesión y que necesita de su apoyo para mantenerse fuerte. El problema, según pudo averiguar Letra P, es que los jefes comunales llegaron preocupados por los reclamos salariales que pueden generar dificultades en las localidades.
Como el resto del país, en Entre Ríos los sindicatos presionan para que las negociaciones les dejen un acuerdo razonable, y desde las comunas no quieren que el impacto genere problemas en la gestión. Otra de las dudas que comunicaron se relacionó a la coparticipación, ligada a la obra pública.
Allí, firme, Urribarri comunicó que se juega todo para competir en la interna oficialista. Desde ese marco, y como publicó por las redes sociales la mandataria de General Galarza, Julia Witman, el Pato habló de lo que impulsa.”Nuestro gobernador nos anunció formalmente a todos que será precandidato a Presidente de todos los argentinos”, redactó la funcionaria.
Los dichos de Witman expusieron la idea que se diseminó desde hace tiempo por tierras federales, con cada aparición pública y en cada acto que congrega a los militantes para remarcar fidelidad al modelo nacional y popular.
Pero algunos inconvenientes internos surgen en tiempos de definiciones importantes, mientras otros funcionarios buscan posicionarse con la mira puesta en los días que el actual titular del ejecutivo deje su puesto en Paraná.
La sucesión interna
A pesar de que nadie salió a desmentir los dichos de Witman, circulan posturas en torno a los que pueden colgarse la banda de Gobernador.
Adrián Fuertes, intendente de Villaguay, a quien se lo relaciona con Jorge Busti, hoy aliado clave de Sergio Massa, genera diferentes reacciones desde el oficialismo. “Coquetea con la oposición, dice que está acá, pero se lo ve por allá”, le comentaron a este medio desde la capital entrerriana.
Otro de los que habló fue Juan José Bahilo, mandamás de Gualeguaychú, tierra del senador nacional Pedro Guastavino. “Todos los que estamos en política tenemos aspiraciones, tenemos que sincerarnos y ser francos”, admitió, en declaraciones a informedigital, el dirigente de una de las ciudades más combativas del territorio que hoy maneja Sergio Urribarri.
Desde su entorno, Gustavo Bordet, mandamás de Concordia y titular de la Liga Justicialista, con el que Letra P intentó comunicarse pero las llamadas no tuvieron respuesta, fue cauto y pidió no hablar del tema en tiempos de acompañar la gestión.
Mañana, cuando se realice la apertura oficial de la Asamblea Legislativa, se espera con expectativa las palabras de Urribarri, cada vez más decidido a profundizar las aspiraciones de llegar a la Casa Rosada.
Ariel Boffelli